Cristian Álvarez, con 37 años y seis de incontestable jerarquía en la portería del Real Zaragoza, tiene por primera vez competencia para discutirle el puesto, el francés Gaëtan Poussin, que firmará por tres temporadas
Desde Leo Franco, en la primera temporada después del descenso, nadie había conseguido instalarse con absoluta jerarquía en la portería del Real Zaragoza. El argentino jugó de forma ininterrumpida 40 jornadas y Óscar Whalley, las dos últimas de aquel campeonato. Ni el propio Whalley, ni Bono, ni Alcolea, ni Irureta, ni Ratón lograron superar nunca las 19 titularidades. Manu Herrera apareció en el once en 23 encuentros, pero tuvo que esperar prácticamente a la segunda vuelta para desbancar del puesto al internacional marroquí. La inestabilidad en esa posición fue la nota dominante, una herida imposible de suturar, hasta que en 2017 Cristian decidió regresar al fútbol profesional con 32 años y fichar por el conjunto aragonés. El de Rosario tenía 32 años y un reto, el de reencontrarse con una profesión que había dejado de ilusionarle. Se hizo leyenda en Segunda con un intervencionismo y sus paradas de Primera para rendir a sus pies a la afición del Municipal, una de las históricamente más exigentes con los guardametas. Durante sus seis años de reinado incontestable, una lesión, un resfriado o una expulsión del arquero se anunciaban como una tragedia, con Ratón devorado por la doble sombra de su compañero y la de su asumida eventualidad. La pasada campaña, Rebollo fue fichado como remoto heredero pero su lugar fue el filial y, un par de jornadas por decreto de La Romareda y su animadversión hacia Ratón, el primer equipo mientras Cristian estaba fuera por una dolencia en el codo.
Imposible rechistarle al señor de los imposibles, cada vez más viejo, más diablo y más sabio. El día que marcó de cabeza en el Anxo Carro en el minuto 97 en un duelo directo contra el Lugo, con el Real Zaragoza estrangulado en la zona baja y Juan Ignacio Martínez rezando y trabajando por el milagro de la salvación desde finales de diciembre de 2020, Cristian ascedió directamente a los cielos. En esta década no ha habido futbolista con su ascendencia en el campo pese a que algún goleador lo haya intentado. Desde luego, nadie tiene una habitación tan amplia e iluminada en el corazón del seguidor como este tipo próximo y reservado; flemático y apasionado; siempre reflexivo, en la paz y en la guerra. Loco cuando hay que ser cuerdo y juicioso cuando el guión invita a la imprudencia. Ajeno al liderato natural pero condenado a la jefatura que otorga su trascendental repertorio de primorosas actuaciones, se ha hecho mayor sin canas, sintiéndose joven y dispuesto a seguir atajando la admiración y el respeto.
A partir de hoy, Gaëtan Poussin (Le Mans, Francia 13-01-1999), que ya ha superado el examen médico en Pinatar, donde ya está con la expedición, y firmará un contrato por tres temporadas, llega para reñirle el que ha sido, y aún es, su jardín. El meta francés, el sexto fichaje de este verano, procede del Girondis de Burdeos, donde ha realizado toda su carrera con 13 partidos en la élite del fútbol francés y un último curso con 35 partidos de titular. Su coste ha sudo creo y su club se reserva un porcentaje de una futura venta. Se cumple así el deseo de Juan Carlos Cordero de disponer de tres porteros y un segundo de garantías, una petición que, pese a la excelencia de Cristian, es de obligado cumplimiento en todo equipo que pretenda estar entre los mejores. Otra cuestión es que Poussin consiga por méritos propios relegar a un plano secundario a Cristian, cuya experiencia y maestría pesan todavía mucho más que su fecha de nacimiento. Por primera vez, el argentino sentirá la amenaza de un competidor de cierto nivel. Se le presenta un nuevo desafío con este fichaje necesario. No le va a causar la mínima ansiedad porque su respuesta ha sido de una regularidad majestuosa aun sin nadie para relevarle en caso necesario. El Real Zaragoza sigue en sus manos con, en principio, la tranquilidad de que las de Poussin puedan cuidar con firmeza sus posibles ausencias.
Foto Real Zaragoza
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Este SEÑOR , me refiero. A Cristian se merececel máximo respeto como jugador y más aún como persona
GRcias. CRISTIAN por todo . ERes el MEJOR
Seguro como vd dice, CRISTIAN ALVAREZ no se pondrá nervioso , pero ya sabe que tiene una competencia al parecer importante, porque al francés no lo hemos visto, y lógicamente por lo que vd dice, se le supone que será el segundo de abordo , y al lepero rl tercero, aunque eso sí REBOLLO tiene un año menos que el francés, y lógicamente el que tendrá que decidir como siempre es el mister FRAN ESCRIBA, pero lo lógico sería que el francés sea el segundo portero salvo error u omisión.