El director deportivo es uno de los grandes responsables de la catastrófica temporada, pero se le señala como principal culpable mientras el técnico, también responsable de la voladura del Real Zaragoza, recibe trato de mito y de compinche
Nunca sabremos si a Fran Escribá le mató Gaetan Poussin o si a Julio Velázquez le remató la grave lesión de Raúl Guti el día de su regreso a La Romareda. En ambos casos, ambos entrenadores, sufridores de numerosas e importantes lesiones de futbolistas clave, acabaron naufragando víctimas de no saber cómo reponerse a esos golpes, con decisiones en muchos casos inexplicables que terminaron conduciéndoles al cadalso. Víctor Fernández ha seguido la misma línea de sus antecesores, también con un desfile considerable de jugadores hacia la enfermería y la misma incapacidad para hallar soluciones. Sin embargo, así como sus colegas sufrieron el látigo de la crítica, el técnico zaragozano recibe un trato amable que le concede gran parte de la afición por su pasaporte de mito del club y por la prensa compinche con la que comparte mesa y mantel y una amistad personal que pone en tela de juicio la objetividad de las opiniones sobre su labor en el Real Zaragoza. Diez puntos sobre 30 posibles aplastan los argumentos de cualquier abogado defensor actué por cariño y por interés, con el equipo sin salvarse a dos jornadas de que finalice el campeonato.
En todos los casos, en el centro de la diana ha aparecido Juan Carlos Cordero, arquitecto de una plantilla que se ha derrumbado por la mala elección de muchas piezas y por el desolador rendimiento de otras, una productividad ridícula e insospechada cuando llegaron en el mercado de verano. Con Bakis, Manu Vallejo y Enrich a la cabeza y la colaboración un Moya decepcionante y de la legión francesa. El director deportivo es uno de los grandes responsables de la catastrófica temporada del conjunto aragonés, también por su impericia en invierno para, como él mismo reconoció, conseguir un atacante que aportara talento a un equipo sin gol y redondeara las buenas adquisiciones de Badía y Guti. No obstante, para valorar con una mayor y justa amplitud el trabajo del ejecutivo, un papel condicionado por la enorme influencia en el consejo de administración zaragocista del Atlético, casi nunca le cubre el paraguas de las lesiones que ha tapizado el fracaso compartido con los entrenadores, sobre todo con un Víctor Fernández que además de lamentarse a diario por las bajas ha cuestionado con descortesía e inoportunidad la labor de Cordero.
El técnico y el director deportivo, que se opuso a su fichaje, no se pueden ni ver, pero al menos este último no lo ha manifestado públicamente, con el equipo inmerso en una grave crisis. La afición sigue rendida a Víctor sin que se le pase por alto que no ha estado a la altura de su leyenda de los 90. Aun así, su figura ha tenido el efecto sedante que sus mecenas buscaban en la grada. Mientras el presente se juega en la caldera del infierno en el campo y en los despachos, el futuro que se empezará a gestionar cuando se confirme la salvación está pendiente de si la propiedad seguirá consintiendo ese pulso por el poder deportivo o lo zanjará con la salida de uno de los dos o la de ambos, que tienen contrato hasta 2025. La convivencia queda descartada, o si se produce no tardará en saltar por los aires. La llave maestra para construir un Real Zaragoza ambicioso, como siempre, no dependerá de quien se quede, sino de un fondo de inversión que ofrezca las herramientas adecuadas para dar un salto cualitativo considerable. Si se da ese improbable escenario, puede que Cordero no sea el director deportivo adecuado, pero bajo idéntica sospecha estaría Víctor Fernández por mucho cariño que le profese la hinchada o el nepotismo de mantel. Este callejón apenas tiene salidas.
Al a fin que vele desastre organizacional del Real Zaragoza esta en Jorge Más que dos consejeros por cooptación y del círculo del At. Madrid destroyer a, su gusto la planificación de dos temporadas y la que empieza.
La responsabilidad no se delegación nunca. Y la labor de Cruz y Aguilar es deleznable. A eso le sumamos Sanllehí y un entrenador que quiere ciertos cometidos de director general, director deportivo y entrenador.
¿Qué puede salir bien de esa casa de locos?
Si queremos contar con un proyecto de futuro exitoso, resulta imprescindible una cabeza rectora que sepa lo que se trae entre manos, que no es otra cosa que la supervivencia de una gran institución deportiva. De esto se carecido por completo. Queda claro que nadie ha mandado aquí con
criterio y conocímiento en más de una década. Seguiremos en la irrelevancia si el objeto social de la sociedad: Hacer de nuevo al Real Zaragoza un equipo ganador. No limpia toda diferencia y rencilla dentro del equipo tecnico. No estamos para personalismos mitificados por una puntual y brillante dirección técnica de otros tiempos.
El prosaico presente requiere de sabía nueva, curtida en torno a la Ciudad Deportiva de un lado, y del acierto de lo mejor que pueda adquirirse fuera.
Me mojo. Ni cordero ni Víctor deben seguir en el equipo. La realidad los excluye.
Iraola y Michel ya están en otra órbita. Hasta Mendilibar. Se admiten sugerencias.
No sé, no conozco mucho la ciudad deportiva. Pero aquí se ha elogiando mucho la labor de Larraz en divisiones inferiores.
No creo que Mendilibar, el más potable de los que mencionas, quiera venir a un equipo que arrastra tanto desprestigio.
Leído en el Diario Independiente (y no es sarcasmo) fundado en 1895, en su edición de ayer: «Es un milagro lo que está haciendo Víctor. Un trabajo de orfebre digno de un premio honorífico si dentro de 14 días el equipo sigue en Segunda y no se ha despeñado fuera del profesionalismo». Todavía estoy digiriendo este texto. Esta prensa (y sigue sin ser sarcasmo) es parte del problema, al igual que está nefasta multipropiedad.
Hay una diferencia fundamental entre este entrenador y los anteriores, este saca puntos sin Francho ni Aguado. Saca a Liso. Se atreve a colocar a los canteranos porque los demás no le ganan a nadie. Está bien ser voz discordante en la prensa del régimen. Pero conviene hacerlo con algo más de sostén argumental
Jamás ha creído en la cantera y su historial así lo recoge. Las circunstancias le han forzado a jugar con el juvenil. Antes de decidirse por Liso lo hizo cinco jornadas consecutivas por un Bakis irrecuperable. El mérito es del chaval, casi exclusivo
El chaval estaba ahí con Escriba y con Velázquez. Y estos preferían otras opciones. Víctor Fernández es el mismo que bajó a Segunda una plantilla de la que amputó a longas y lafita por canteranos. Pero entonces era entonces, y ahora es ahora
Yo creo que hay cierta prensa y gran parte de la afición que están con VICTOR FERNÁNDEZ, pero parece que aquí sí se critica a VICTOR FERNÁNDEZ, te tacha de anti zaragocista y la cosa está clara, VICTOR cuando el corona virus, estuvo fatal y no ascendidos ha vuelto y lo está haciendo ta bien mal de 30 puntos sólo ha conseguido 10 y así no vamos a ningún lado.
Y VICTOR no hace milagro, pero que si en vez de VICTOR estos puntos lo hace otro entrenador estaría en la calle eso es seguro.
Personalmente, no hubiera contado con Víctor Fernández, pero no deja de ser una opinión propia. Lo que si tengo claro, muy claro, es que los proyectos que cada año se construyen y se echan abajo no han conseguido nada positivo, aquí seguimos en segunda. Y el futbol moderno ha convertido en estrellas a los directores deportivos, mal vamos así.
Tampoco la prensa ayuda con opinar a toro pasado de los entrenadores, pero la puedo comprender porque cuando antes lo hacían sin haber comenzado la liga, se les atizaba y bien. Y como bien dice el Sr. Hernández, el entrenador actual no ha confiado nunca en la cantera y cuando ha contado con dinero, ha repartido tantos fracasos ( o más ) como aciertos. Pienso que el Sr. Cordero debería seguir y buscar de nuevo a Machín o a Victor Muñoz.
Estoy de acuerdo con la visión de Alfonso, no hay más que prestar atención al lenguaje gestual y verbal de Víctor a la semana de llegar algo pasa ahí dentro que nos ocultan a los aficionados, en mi opinión Víctor ha cometido errores de bulto y él se debería de marchar para no ensombrecer su dilatada trayectoria, y en cuanto a Cordero hay que significar que contaba con el 4º presupuesto de la categoría y los resultados son prueba del fracaso, decisiones erráticas como traer a Velazquez tardar en destituir a Escriba y sus conexiones francesas/Atletico de Madrid más que dudosas, hay que tirar la casa y empezarla cuanto antes por los cimientos con un entrenador al que no le dicten decisiones, Víctor Muñoz, y un Director Deportivo reconocible por la masa social con prestigio entre la misma con pasado zaragocista con mando en plaza, en definitiva conocedor de la idiosincracia, filosofia y proceder de entornos y socios de nuestro Real Zargoza.