Las posibilidades de que el conjunto aragonés desciendan son ínfimas gracias a la participación de los jugadores de la casa en ocho de los diez últimos puntos
El Real Zaragoza ha sumado 10 de los 30 últimos puntos posibles, y ocho de ellos han tenido de protagonistas a los canteranos. Los últimos, Azón, Liso y Francés en el encuentro empatado frente al Racing de Ferrol, un punto que no le libera del peligro por completo pero que le pone en bandeja la permanencia. Salvo Mesa, nadie más ha aparecido para aportar algo importante desde que Víctor Fernández se hizo cargo del equipo, quien no sólo ha sido incapaz de lograr un fin de curso sin sobresaltos sino que ha acentuado la crisis al máximo. La mayor contribución del técnico, nada despreciable, es su decidida apuesta por Adrián Liso después de intentar resucitar a un Sinan Bakis prácticamente embalsamado toda la temporada. El futbolista juvenil marcó el primer tanto de la cita frente al cuadro gallego tras atacar un balón peinado por Azón. Cuando e mascaba la tragedia, Enrich estrenó su cuenta realizadora y evitó la derrota. ¿Pero quién tuvo la sangre fría, el toque preciso y la decisión para ponerle un centro caramelizado en el minuto 91, en pleno ataque de nervios? Alejandro Francés hizo de ese centrocampista que nunca ha existido, capaz de una medición exacta de lo que había que hacer en el ojo del huracán.
En la primera de las victorias con Víctor al mando, ante el Tenerife (3-1), Francho inauguró el marcador y Azón deshizo la igualada que había establecido Ángel con un disparo de categoría. Con el Elche en el Municipal, Mario Gaspar puso por delante a los ilicitanos y Azón rescató un punto (1-1) con una acción magnífica de fuerza y finalización que nació en un pelotazo de Marc Aguado. La visita a Huesca tenía aroma a encuentro decisivo y las circunstancias actuales han elevado su trascendencia. Loureiro adelantó a los azulgrana y Liso se encargó el solo de igualar las fuerzas. Después, Mesa, con un penalti cometido sobre él mismo, firmó un triunfo al que el tiempo ha subido al altar (1-2). El peso de los chicos de la Ciudad Deportiva frente a la deserción general de rendimientos individuales de la mayoría de sus compañeros ha resultado capital: cinco goles de siete para lograr algún botín en este tramo del campeonato y tres asistencias.