El volumen de la agenda de trabajo del director general, Raúl Sanllehí, es gigantesca en cuanto lo que se refiere a la reestructuración del club en la mayoría de las parcelas, con especial atención al área deportiva. Presentado a través de la página web del club y ya ejerciendo como máximo responsable desde antes de que acabara la pasada temporada y de la visita de Jorge Mas a Zaragoza, por el momento aglutina la representatividad del grupo inversor que lidera el magnate estadounidense en un proceso de cambio que apunta hacia la continuidad en la mayoría de los puestos de responsabilidad. Los únicos movimientos oficiales hasta la fecha ha sido su propio anuncio en el cargo y el fichaje de Juan Carlos Carcedo como entrenador para los dos próximos cursos después de comunicar Juan Ignacio Martínez no sería renovado.
Su relación con Miguel Torrecilla es estrecha como se ha podido comprobar en sus propias palabras. El director deportivo, que ejerce de negociador con la plantilla sobre todo en el tema de las salidas, termina su relación contractual al 30 de junio pero su renovación, que podría ser por dos años más, se da por hecha a falta de confirmación. Por lo demás, el director general se está ocupando personalmente de las negociaciones con Francés, Francho y Azón para mejorar sus respectivas situaciones económicas y deportivas, tres futbolistas que considera imprescindibles en el proyecto.
En ese contexto de fomentar la cantera como uno de los grandes pilares de la filosofía del grupo inversor, algo en lo que incidió Mas en la capital aragonesa, Sanllehí comentó su especial interés en la promoción del fútbol base. «Yo soy un defensor acérrimo de la cantera. Ésta te garantiza la identidad de club dentro del vestuario. Creo mucho en la cantera y en tener una base de jugadores de la casa, que cuando llegue un jugador de fuera le enseñe lo que significa el escudo que llevan, que dan ese plus extra de pasión y que conectan sentimentalmente de manera muy estrecha con la afición. El Real Zaragoza históricamente ha trabajado muy bien este aspecto y en esa línea hay que seguir construyendo».
Sin embargo, los responsables de la Ciudad Deportiva, que ya tuvieron una toma de contacto protocolaria con el ejecutivo, aún no han recibido noticia alguna sobre cuál será su futuro, lo que ha generado un cierto estado de inquietud puesto que el grueso de profesionales finalizan contrato el 30 de junio. Se confía en que en cualquier momento sean requeridos para ratificar su continuidad en sus puestos de trabajo, pero por ahora no se ha producido ese paso. En esa situación se encuentran los arquitectos de la cantera desde 2016, cuando Narcís Juliá puso la primera piedra de este equipo de cualificados profesionales.
Ramón Lozano, director de cantera, Ángel Espinosa, coordinador de fútbol formativo, José Luis Arjol, responsable del área de Metodología, y Pedro Suñén como coordinador están a tres semanas de que expiren su relaciones laborales con el club y aún no han sido citados para prolongar sus contratos. Su trabajo ha sido elogiado en numerosas ocasiones por la nueva propiedad y se les considera piezas fundamentales del proyecto de futuro. En una situación diferente se hallan Emilio Larraz, entrenador del Deportivo Aragón, y Javier Garcés, técnico del División de Honor Juvenil, ambos con vinculación vigente, pero a quienes tampoco se ha dirigido alguien para confirmarles en sus respectivos puestos.