El dolor es “una percepción sensorial, localizada y subjetiva con intensidad variable que puede resultar molesta y desagradable en una parte del cuerpo”. Entendemos por sufrimiento “el padecimiento, la pena o el dolor que experimenta un ser vivo. Se trata de una sensación, consciente o inconsciente, que aparece reflejada en agotamiento o infelicidad”. En este caso tenemos tendencia a refocilarnos y enterrarnos en las cloacas del calvario que nos provocan aquellas aficiones o deseos que nos superan y son alternativa de nuestra vida real. Para entendernos, el zaragocismo en su más pura esencia, que ahora se marchita después de darnos cuenta de lo que está pasando. Parece que siguen parte de los mismos que estaban antes al mando, que no hay una dirección asumida por la afición que represente el espíritu blanquillo y, para colmo, los resultados y el fútbol exhibidos son insuficientes. La esperanza del cambio, la imagen de Jorge Mas como líder de un proyecto más allá del deporte, han caído hasta reposar en el suelo sin vida. La frustración comienza a invadir nuestro corazón.
La esperanza marchita del cambio
