Se ganó en el Alcoraz en el partido de menor rivalidad regional de los últimos años; bueno, no tantos porque solamente se ha jugado contra la SD Huesca en Segunda División y en el siglo XXI de manera continuada. Pero la dureza del destierro en las cloacas del fútbol hace que se piense mucho más en este tipo de anécdotas que en la realidad del día a día. La previa fue inflada con datos, reportajes y entrevistas de los medios convencionales porque no había noticias o no interesaba que las entrañas del club se pusieran encima de la mesa del carnicero para cortarlas todavía ensangrentadas. El Real Zaragoza ganó tras el épico medio minuto de Víctor a sus jugadores en los vestuarios antes de salir al terreno de juego. Ese estímulo del entrenador puesto en escena con brillantez y convicción ante su equipo jamás hubiera aparecido en las redes sociales blanquillas en caso de empate o derrota. Es lo que tiene controlar todo lo que sale del club para entretener a una afición que empieza a inquietarse sobre el futuro en un par de años o tres por la disminución del número de abonos y cómo se va a afrontar su tope después del derribo del gol sur y la posterior instalación de los paganos en el estadio modular que aún desconocemos pese a las pinceladas puestas sobre el lienzo de la sociedad mixta y que se observan por la puerta entreabierta de quienes ya saben qué se hará desde hace días.
Lo que ocurra con Cordero, si pese a su alto coste se le va a colocar en otro lugar por los representantes de la agencia inversora de la propiedad, es una patata caliente que va pasando de mano en mano. Con Víctor no se puede jugar porque ya ha demostrado que es capaz de marcharse si no se cumplen los acuerdos previos a su fichaje, de la misma manera que esperó desde noviembre a sujetar el timón de un barco sin dueño por las diferencias entre la oligarquía y quienes ponían el dinero, moderadas por quien trajo a Jorge Mas y quien formó parte de la Fundación que compró por un euro a Agapito Iglesias sus acciones. Pedro Santisteve, del que apenas se recuerda lo que hizo por Zaragoza como alcalde, impidió que se llegase a un acuerdo político para reconstruir la Romareda y la afición se hartó de quienes ocupaban el palco presidencial entrando en el vacío informativo que es similar al anterior pero que no tiene actualmente un responsable reconocido.
Apreciado Paco, permiteme una nota nostálgica, mi recuerdo de joven es con mi padre ya socio en Torrero escuchando el transistor al gran maestro PACO ORTIZ los domingos sobre las 8 o 9 de la noche su crónica de nuestro Real Zaragoza con análisis deportivos, no como ahora a ver quien dice la mayor chorrada para provocar la risa, con el patrocinio de una marca de cerveza de nuestra tierra, lo añoro mucho.
Y sigo haciendo hincapié, lo que a los viejos leones rampantes nos han robado no es militar en Priemra División, nos han robado algo más importante la IDENTIDAD.