El equipo aragonés recibe al Córdoba con la obligación de ganar en un pulso por la salvación que ha reducido prácticamente con los alicantinos
No hay peor día para el fútbol que los lunes, que se hicieron más odiosos desde que lo cantaron The Boomtown Rats y que en la cultura española tiene la peor fama de la semana. De un día para otro de la avaricia, entró a formar parte del calendario de este deporte sin contar con el aficionado, a traición, con alevosía y nocturnidad, sin considerar que gran parte del público trabaja o estudia el martes, que no tendrá sesión de recuperación o descanso después del partido. Este lunes, además, viene nublado para el Real Zaragoza, que recibe al Córdoba (20.30) en una liga prácticamente cerrada con el Eldense por la salvación, con el debut de Gabi Fernández en el banquillo, el cuarto entrenador de una temporada que se ha intoxicado en todos los sentidos. En la última posición que da derecho a la permanencia, se ha descolgado de quienes le preceden, lo que ha incrementado el peligro porque si la presión ya era alta, ahora alcanza un cota de máxima exigencia que solicita victorias con urgencia cuando en casa sólo ha logrado cuatro en todo el curso y para recordar la última hay que remontarse a Málaga hace siete jornadas. La crisis se ha cobrado los puestos de Ramírez, Cordero y hasta Insausti, el entrenador de porteros. Este lunes asusta.
El Eldense está un punto por debajo y el Castellón, cuatro por arriba. Se han ido el Málaga y el Albacete. Dentro de ese sándwich de tuercas, necesita ganar para distanciase todo lo posible del equipo de José Luis Oltra en una competición íntima. La visita del Córdoba es la primera oportunidad para coger algo de aire porque después de este compromiso, el Real Zaragoza jugará contra Racing, Mirandés, Éibar, Levante y Huesca, con cuatro de los cinco primeros clasificados. Gabi dice estar convencido de que la misión para la que ha sido reclutado desde el Getafe B se va a conseguir. No tiene la menor duda. El técnico quiere transmitir al grupo el optimismo que no le sobra, pero tendrá que aportar razones de peso, sobre todo la capacidad de competir en todo el partido y una seguridad defensiva molida a palos. Por mucho que el entrenador busque activar la motivación de sus jugadores, hereda demasiadas imperfecciones, y sabe perfectamente que su figura de nuevo líder será papel mojado si los futbolistas no le responden. Todo ha quedado reducido a la actitud. Habrá que comprobar si Gabi puede o no exprimirla los suficiente.
Está todo tan cogido con hilos que el virus FIFA condiciona aún más esta cita. Kervin Arriaga, tótem polivalente desde que fichó, está con su selección, al igual que Samed Bazdar y Sebastian Kosa, mientras que Iván Ania no se ha visto afectado por los compromisos internacionales. La baja del Misilito es demoledora porque en su corta estancia se ha destapado como la mejor arma defensiva, de central por obligación y de mediocentro. Sin el hondureño, habrá que confiar en Raúl Guti para reforzar al menos la medular, pero atrás el solar es considerable. De Vital, Jair y Clemente sólo pueden quedar dos, y ninguno otorga la suficiente garantía. Los laterales son otro quebradero de cabeza. En la portería, se supone que Poussin regresará después de un exilio incomprensible. Arriba son fijos Soberón y Dani Gómez, sin la aportación de Bazdar aunque sea como revulsivo.
Gabi bromeó ayer (o no) con que planteará un 1-5-3-2. también podrían doblarse los laterales. La táctica, ahora mismo, es algo secundario en un Real Zaragoza cuya estrategia se debe concentrar en lo humano, en la capacidad de que cada individuo de dar lo mejor de sí mismo con un brutal compromiso de principio a fin. Porque el Córdoba se presenta después de encadenar siete desplazamientos sin perder y la remota esperanza de engancharse al playoff, con un estilo en el que priman lo ofensivo y la ambición. Es un rival gigante, como todos los que han pasado por La Romareda, el tercer campo más asequible de la categoría y, pese a todo, el reducto obligado para formar la continuidad en Segunda en los seis partidos que restan ante la afición.
Va a ser este un lunes intenso, con el Eldense a rebufo y la ilusión de agarrar tres puntos sin aquel brillo de los de Cádiz en el estreno del torneo, pero con mucha mayor trascendencia ahora que las orejas que asoman no son las del ascenso sino las del lobo. En esa cueva, el Real Zaragoza se ha metido solo y solo, o con Gabi, tendrá que salir a partir de esta noche. Si no empieza frente al Córdoba y aun con tiempo por delante, sólo le quedara una tabla de salvamento en mitad de la nada.
Nuestros ✔️ pic.twitter.com/Bhxf1di2jg
— Real Zaragoza (@RealZaragoza) March 24, 2025