El entrenador no alcanza la mitad de los puntos disputados en casa en la suma de las cuatro temporadas que ha dirigido al Real Zaragoza en esta categoría como relevo o titular del cargo
El equipo de Víctor Fernández vuelve a tener problemas en La Romareda, sobre el papel la viga maestra del proyecto de ascenso que se marcaron la propiedad y el entrenador el pasado verano. De cinco partidos ha perdido tres, los últimos. Venció 3-0 al Elche después de los que los ilicitanos se quedaran con uno menos en la primera mitad por expulsión de Óscar Plano, y 2-1 al Levante con un gol de Bazdar en el minuto 85. Racing (con diez), Almería y Castellón se han llevado los tres puntos del Municipal con distintas propuestas, siempre demostrando estar por encima del conjunto aragonés en calidad y planteamiento de los partidos. Además, en este triple tropiezo su sistema defensivo ha sido una barraca de feria, un problema que se extiende también a los desplazamientos y a casi toda la temporada. Como local, el técnico tiene más bien un historial deficiente ya que no alcanza la mitad de los puntos disputados en la cuatro temporadas que ha dirigido al Real Zaragoza en esta categoría como relevo o titular del cargo.
Víctor Fernández se hizo cargo del banquillo en la jornada 19 de la campaña 2018-2019 en lugar de Lucas Alcaraz; completó la siguiente para meterse en el playoff y verse superado por el Elche; regresó el curso pasado en sustitución de Julio Velázquez con doce encuentros por delante para evitar el descenso y ha vuelto a repetir este curso con el objetivo más ambicioso y declarado del club hasta la fecha desde que bajara en 2013. El Real Zaragoza ha jugado, bajo la batuta de este técnico, 44 partidos con su afición como testigo, de los que ha ganado 17, empatado nueve y perdido 18. En total ha conseguido 60 de 132 puntos posibles (45%), un guarismo pobre que en esta ocasión todavía tiene margen de corrección con 16 visitas aún por completar. El próximo sábado repetirá cita casera con el Granada como rival.
La primera experiencia de Víctor en Segunda con el que club donde firmó los mayores y únicos éxitos en forma de títulos de su extensa trayectoria profesional en España con una Copa y una Recopa se saldó con cinco triunfos frente a Extremadura (2-1), Oviedo (2-0), Elche (1-0), Nástic (3-0) y Sporting (4-2), para caer contra Málaga (0-2), Almería (1-2), Alcorcón (0-2) y Deportivo (0-1) y empatar con Albacete (0-0) y Numacia (0-0). La temporada de la pandemia resultó especialmente desastrosa en La Romareda, donde se perdió la plaza de ascenso directo como consecuencia de una nula planificación de trabajo con la plantilla durante la cuarentena. Antes de paralizarse la competición se había vencido a Tenerife (2-0), Elche (1-0), Extremadura (3-1), Las Palmas (3-0), Racing (2-0), Sporting (2-0), Numancia (1-0) y Deportivo (3-1), y una vez reanudada la Liga sólo fue posible imponerse a la Ponferradina en la última jornada (2-1). Cádiz (0-2), Mirandés (1-2) y Albacete (0-1) habían asaltado el santuario zaragocista hasta el mes de febrero. A partir de junio y sin público en las gradas de odos los estadios, el desastre fue monumental con cinco derrotas consecutivas más de la promoción con el Elche (0-1). Alcorcón (1-3), Almería (0-2), Huesca (0-1), Rayo (2-4) y Oviedo (2-4) frustraron la posibilidad de subir directamente. Durante el curso completo se dieron cuatro igualadas: Lugo (0-0), Málaga (2-2), Girona (3-3) y Fuenlabrada (0-0).
En la nueva y última aventura del entrenador, retomó primero la meta de la salvación con una sola victoria como local ante el Tenerife (3-1), dos derrotas con Espanyol (0-1) y Burgos (1-3) y tres empates frente a Elche (1-1), Racing (2-2) y Albacete (1-1), para aceptar cumplir su contrato de dos temporadas con la condición de ser partícipe directo en la reconstrucción de la plantilla con el exclusivo objetivo de devolver al equipo a la élite tras doce años de exilio. El rendimiento del Real Zaragoza fuera, con 13 puntos cosechados, es el segundo mejor del campeonato tras el Racing, pero La Romareda, por el momento, ha reafirmado su desencuentro con Víctor Fernández, un daño que necesita una reparación urgente.
Solo por refrescar la memoria que a veces es frágil o a veces inexistente, reconociendo sus éxitos los de Victor, me viene a la memoria Javito del Aris Copa Uefa, plantilla descontrolada resultado descenso a Segunda División.
Aquellos que olvidan su pasado están condenados a repetirlo.