El rival del equipo de JIM no ha podido ganar en siete partidos en los que se había adelantado muy pronto y ha caído en otros dos en los últimos minutos. El conjunto aragonés no ha remontado jamás
Entre todas las causas que se barajan para explicar la caída al vacío del Lugo que le ha llevado de la zona templada a la penúltima plaza después de 14 jornadas sin ganar y seis partidos consecutivos derrotado por sus rivales, hay una que se eleva espectacular sobre las demás: su incapacidad para mantener o defender las ocasiones que se ha puesto por delante en el marcador, casi siempre poco después de comenzar los encuentros. Su falta de concentración le ha impedido imponerse nada menos que en siete de las trece citas en las que se ha adelantado. De esta forma ha desperdiciado la posibilidad de contar con un buen puñado de puntos más si hubiera conservado esas ventajas que volaron, algunas de ellas de forma trágica. Además, ha visto cómo se le han esfumado dos empates en los últimos minutos: contra el Málaga, Šćepović marcó el 0-1 en el 84 y en Alcorcón, Gual hizo el 1-0 en el 82.
El Real Zaragoza tendría (y tiene) motivos para estar alerta por la facilidad de los gallegos para marcar primero pero, a su vez y comprobado ese historial, también para sentirse capaz de reparar un resultado adverso. Sin embargo, la terrible tragedia del Lugo se suma al particular drama del conjunto aragonés, que no ha remontado jamás en el curso actual. O pega primero o no gana. Y aun así, tampoco lo consiguió ante Las Palmas en La Romareda (2-2) ni contra el Sabadell en la Nova Creu Alta (1-1). Estos detalles significativos explican el porqué de la delicada situación de dos equipos con poca personalidad, mucho más peligrosa la de los lucenses, que se juegan mañana casi todas sus posibilidades de permanencia en Segunda.
El Lugo ha pasado por trances que está pagando muy caro. Todo empezó en Málaga. Hugo Rama y Venancio había puesto mucha tierra de por medio antes del descanso con un 0-2 que Juanpe anuló para empatar con un doblete en el 69 y en el 87 (2-2). Una semana después, en casa frente al Las Palmas, Manu Barreiro transformó un penalti que contrarrestó Loiodice (1-1). En Butarque, de nuevo Manu Barreiro madrugó para poner contra las cuerdas al Leganés, que aceptó el reto para imponerse al final por 3-2. El Espanyol se encontró con una diana de Campabadal en el minuto 8, hasta que apareció Raúl de Tomás en el 71 para firmar la igualada (1-1). En otro de esos amaneceres, Rodríguez, en el 13, golpeó primero en el Carlos Tartiere, pero el Real Oviedo acabó pasando por encima del Lugo (3-1). El el minuto 6, El Hacen puso a su equipo en el rumbo hacia al triunfo en Montilivi, pero en el 90 apareció Sylla para establecer las tablas (1-1). La última vez que tomó distancia fue en Las Palmas: Juanpe firmó el 0-1 en el 5 y los canarios se lo castigaron con un demoledor 6-1.
De aperitivo letal, en Copa, Cris Ramos brindaba con su gol en el minuto 104, pero la maldición persigue al Lugo en todos los frentes: Marcelo en el 115 y Bueno en el 119 diron el pase al Girona. El Real Zaragoza, no obstante, deberá activar todas sus alarmas, sobre todo en el arranque. Y si se ve sorprendido, entonces tendrá que sobreponerse a su mal de ojo si pretende los tres puntos desde una posición inicial perdedora, algo inédito hasta el momento.
