La última bala directa a la sien

El Real Zaragoza contrata a Rubén Sellés como tercer entrenador  hasta final de temporada, con otra campaña opcional, en una nueva apuesta de máximo riesgo por un técnico experimental

El Real Zaragoza ha entregado hasta final de temporada, con otra campaña opcional, su salvación a Rubén Sellés, técnico valenciano de 42 años con experiencias en las ligas inglesas pero sin ningún contacto en su carrera con el fútbol español de élite, para acometer la permanencia de un equipo desintegrado. Después de fracasar en la contratación de un profesional con conocimiento y recorrido en Segunda tras la destitución de Gabi Fernández y de utilizar de puente a Emilio Larraz en una maniobra chapucera y despreciable, el director deportivo y la propiedad realizan una nueva apuesta de máximo riesgo con la contratación de Sellés. La última bala (o penúltima) apunta directamente a la sien del conjunto aragonés, cuyos ejecutivos insisten por flaqueza financiera o raquitismo de talento negociador en realizar un movimiento suicida a la espera de que el elegido encuentre las múltiples grietas deportivas y anímicas de la plantilla y las tapone en un tiempo récord antes de que la cifras hagan insostenible la esperanza.

Colista destacado con los peores números de la competición y con un grupo de futbolistas descreídos de sí mismos y con el tanque del carácter vacío, Indias y compañía, o viceversa, se han sacado de la manga un técnico que no figuraba en ninguna de las barajas. Preparador físico en sus inicios, asistente en el Shinnik Yaroslav (Rusia), el Aris (Grecia), el Neftchi PFK (Azerbaiyán), el Strømsgodset (Noruega), el Qarabağ (Azerbaiyán), el Aarhus GF (Dinamarca), el FC Copenhagen (Dinamarca) y el Southampton antes de pasar a ser interino y máximo responsable de The Saints incluso en la Premier, siguió su aventura en las islas con el Reading, el Hull City y su última aventura, el Sheffield United, donde fue destituido tras seis derrotas (una de Copa)… Su pasaporte deportivo rebosa nacionalidades y sin duda habrá adquirido enseñanzas en estos años de instrucción por Europa, pero el reto de sofocar un volcán colérico en lo futbolístico y lo social y descifrar una competición ajena a su radar hace que su fichaje sea temerario.

Con las advertencias que dejaron Julio Velázquez, Miguel Ángel Ramírez y Gabi Fernández, recientes fracasos en el banquillo unos por teóricos despeñados en la práctica y otro por estar aún en el kilómetro cero de su carrera, reincidir en un nuevo brindis al sol amenaza con otro eclipse. En esta ocasión, sin embargo, Rubén Sellés asume la monumental responsabilidad de caminar sobre las aguas del océano zaragocista más embravecido de la historia, con la afición en pie de guerra y un tiempo suficiente para lograr la permanencia que contrasta con la sombría vibración de que el abismo parece inevitable.. «Rubén Sellés se distingue por su capacidad para gestionar grupos humanos, ofreciendo una atención individualizada a cada jugador en los aspectos técnicos, tácticos y psicológicos. Su estilo de juego se define por la intensidad y la verticalidad, sustentadas en el orden, la presión alta y la energía colectiva», dice el comunicado del club, donde también subraya su «destacado recorrido en el fútbol inglés». God Save the King a pesar de Indias y esos consejeros colchoneros que no los querría ni el diablo.

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