En la junta de accionistas de ayer martes, los administradores del Zaragoza, el barco que ahora capitanea Juan Forcén y del que Jorge Mas parece que ha bajado, presumieron de haber reducido la deuda neta de 48,7M€ a 39,6 M€ este último año. El patrimonio neto se ha incrementado de 40,9 M€ a 53 M€. Hasta ahí todo bien.
Sin embargo, las cuentas presentadas tienen signos de que todo no es color de rosas. Las deudas a corto plazo, algunas que no entran en la definición de deuda neta, han aumentado en 9,1 M€, la de los proveedores casi en 1 M€, las deudas con personal deportivo 1,3 M€ y con el resto de empleados 0,21 M€. El Fondo de Maniobra, síntoma de la liquidez de cualquier compañía para poder afrontar sus obligaciones a corto plazo ha pasado de -1,9 M€ a casi -11M€, cifra que realmente asusta.
Si nos vamos a la cuenta de resultados los gastos financieros se han disparado y el resultado del ejercicio arroja unas pérdidas de 1 M€. Y la cosa no termina aquí.
Estos son los resultados derivados de la pasada temporada que a buen seguro empeorarán notablemente en la que viene. Menores ingresos derivados de la caída de ingresos de abonados, más gasto deportivo y más gastos financieros. El pago obligado de 10 M€ de la nueva Romareda no se financiará con recursos propios, sino que se tirará de la banca para financiarlo provocando un aumento sustancial de esa deuda neta de la que ahora se presume.

