Dani frente al micrófono en una rueda de prensa. Lasure cada vez más cerca de respirar el césped a nivel competitivo después de haber sido inscrito por el Real Zaragoza en LaLiga. Dani Lasure, un soplo de aire fresco, un ser humano que recupera a normalidad en su casa con la ilusión de ser útil al equipo después de una año para superar un tumor testicular, regresar a los entrenamientos y sumarse a la primera plantilla. Después de lo que he vivido tengo al oportunidad de ser jugador profesional de nuevo y en el Real Zaragoza, con el que además he renovado, lo que supone una doble emoción», explica el lateral. El futbolista cuenta lo que supone para él este nuevo reto vital y deportivo. «Es como volver a vivir todo desde cero, algo muy especial, una experiencia que quiero disfrutar al máximo».
Primero tendrá que entrar en una citación, luego visitar el vestuario de La Romareda para proceder a la liturgia de vestirse de corto para competir y, al final, entrar en contacto con las sensaciones del juego. El camino no ha terminado en este renacimiento. Faltan fases, y se acuerda de quienes han estado a su lado para que se reabran las puertas que tantas veces había traspasado antes de la enfermedad se las cerrara. «Me acuerdo de toda la gente que me ha apoyado, de mi familia, de conocidos, de la afición. De todos los que han acompañado en este proceso. Por su cabeza han desfilado muchas cosas desde que le comunicaron el cáncer, pero ahora está muy ocupada con ese instante en que salte al campo, en cómo volverá a ser. «Me lo he imaginado muchas veces. Primero sólo tenía como prioridad superar metas y ahora espero ese instante concreto en el que tome contacto con la hierba».
Casi un año sin jugar, pese a que su puesta a punto haya sido la correcta, exigirá paciencia a la hora de formar parte de una alineación. El zaragozano entiende su situación y la acepta sin renunciar a que los tiempos se puedan ir acelerando. «Vengo de un proceso complicado y partes con algo de desventaja física. Tengo muchas virtudes. Pero estoy totalmente recuperado y con ganas de poder aportar al equipo. Mi intención es poner esas virtudes al servicio del equipo desde el rol que me toca asumir. Sin dudo he de anteponer los objetivos del grupo a los personales».
Desde fuera y desde dentro, Lasure tiene una información privilegiada para saber lo que ocurre con un Real Zaragoza que atraviesa una situación muy delicada y al que llega no precisamente en el mejor momento. «Es cierto que los últimos resultados no nos han acompañado y nos hemos metido en un problema, pero estamos trabajando para que todo lo que hacemos en los entrenamientos se traduzca en el campo y sobre todo en puntos». Las metas las reduce a lo inmediato. «Es complicado hablar de objetivos . Hay que ir día a día y jugar cada partido como si fuera el último una final. En función de esa actitud y de los resultados descubriremos cuál en nuestra meta. Lo importante ahora mismo es ganar al Ibiza».