Las puertas de la enfermería del Real Zaragoza siguen abiertas de par en par. Sin misericordia, recibiendo una semana tras otra a futbolistas que recaen o se estrenan. En esta ocasión el damnificado ha sido Lluís López, quien tuvo que abandonar el encuentro ante el Burgos al término de la primera mitad con claras señales de molestias físicas. Hoy se ha confirmado, tras las pruebas médicas pertinentes, que el central sufre un esguince del ligamento lateral interno de su rodilla derecha, lo que le tendrá de baja un mínimo de dos semanas sin que se descarte que la temporada haya llegado a su fin para el defensa, ya que tan sólo restan cuatro jornadas para el ocaso del torneo. Borge, Guti, Nieto, Marc Aguado y Francho siguen fuera sin fecha de retorno este curso a la espera de Víctor Fernández pueda recuperar para el choque en Oviedo a Lecoeuche y Mollejo aunque sea para entrar en la citación y contar con algunos minutos.
Foto el Periódico de Aragón
Habrá que preguntarse, por qué los equipos punteros de la primera división jugando hasta cuatro competiciones en la temporada, tienen un porcentaje tan bajo de lesionados, y nosotros jugándo una sola competición a partir de Navidad normalmente, llenamos los servicios de traumatologia.
Algo y serio está fallando aquí en la preparación física y en la labor de recuperación por la fisioterapia. Un déficit más a añadir en la larga cadena de desastres en la planificación deportiva.
Ciertamente, da que pensar lo abundante de la enfermería de este equipo.