La decisión de Raúl Sanllehí de mantener a su lado una temporada más a Miguel Torrecilla aún causa fogosos debates y no poca crítica contenida. El director deportivo ha logrado guarecerse de su nefasta influencia en el Real Zaragoza aprovechado la corriente de optimismo generada por el aterrizaje de la nueva propiedad y por su puesta en escena. Por lo que se refiere a su trabajo, que se supone que en parte es convencer e informar al director general y a los dueños de las necesidades deportivas, no hay grandes noticias. Ha fichado a dos futbolistas, uno portero para el filial, Dani Rebollo, y a Manu Molina, petición personal de Juan Carlos Carcedo. Mollejo y Giuliano le han venido de de rebote de las sinergias. Las renovaciones de los canteranos han sido una imposición. Tampoco se está luciendo en su labor de quitamanchas de un vestuario sobrecargado de futbolistas con nóminas tan altas como bajo su rendimiento.
La valoración hasta el momento no supera el suspenso de su anterior temporada y media en el club. La excusa del limite salarial es comprensible hasta cierto punto, porque en ese contexto es cuando de verdad se descubre la altura de un empleado con sus funciones. Le restan diez días para justificar el porqué de su continuidad y la de su equipo, y de nada debe servirle esconderse bajo la sombra de Sanllehí. El mercado se estrecha en el tiempo y en las posibilidades y el Real Zaragoza arrastra carencias en varias parcelas del campo. La delantera es una de ellas, la principal como se ha demostrado en las dos primeras jornadas sin gol. Como al equipo, también le ha salvado Cristian de aparecer mucho más en el foco. Torrecilla nunca ha sido un avezado cazatalentos ni en La Romareda ni en sus anteriores destinos, especialmente negado con los fichajes de artilleros. Le están ofreciendo de todo, la mayoría caros y de vuelta del fútbol. El 1 de septiembre afrontará su cuarto examen con nota muy baja en los anteriores. Si todo depende de sus habilidades negociadoras. toca santiguarse.
Doy por supuesto que debe haber salidas na cabe duda si no no hay entradas pero no cree que el mercado nacional está muy digamos manoseado y que Torrecilla ya que le han dado los nuevos una nueva oportunidad debería haber ojeado los mercados de fuera que siempre hay algo que puede ser bueno para el Zaragoza y no pensar tanto el el mercado nacional y además con los problemas económicos que tenemos
Gracias
Mal vamos en manos de Torrecilla. Que nadie se espere que se saque de la manga un delantero sorpresa que nos ilusione a todos y que suponga una subida de nivel del equipo. Más bien espero un artillero de clase media que una vez tuvo un año bueno
Pero lo grave, además, es que algunos de los jugadores a buscar salida por su alta ficha y bajo rendimiento, los trajo el mismo Torrecilla. Increíble que el tipo siga en su puesto en un ¿nuevo? proyecto. Muy lamentable