Los problemas de Gabi y la grandeza de Manolo Villanova

Estamos a la expectativa de las salidas y entradas de los jugadores del Real Zaragoza entre un torbellino de noticias que corresponden a la realidad pero también a la necesidad de los agentes de «colocar» su mercancía lo mejor posible. Además debemos asumir que es mucho más rentable para el club que se ilusionen los seguidores blanquillos en la deseada marcha de quienes sobran de la plantilla y los que, aunque no nos suenen demasiado, puedan venir antes del cierre del mercado. Porque aunque diga Gabi Fernández que está muy satisfecho del comienzo de la Liga en cuanto al juego se refiere, la realidad es que se ha perdido contra dos recién ascendidos. También se han desbocado algunos seguidores de X, curiosamente sin apenas seguidores y bajo avatares relacionados con el Real Zaragoza, culpando a la afición de la situación en la tabla. También a diferentes periodistas no vinculados a los medios relacionados desde hace tiempo con el núcleo del club por nuestras críticas, siempre sensatas, para intentar desviar la atención del arranque liguero.

Es verdad que dos derrotas consecutivas en agosto no significan que sea imposible reaccionar y el cambio a mejor se consiga con los nuevos jugadores además de la recuperación de los lesionados. La falta de Paulino, Keidi Bare o Tasende después de resultar lesionado el sábado, como la forma física de Valery o las dificultades de Francho y Guti para sostener el centro del campo son aspectos negativos para una plantilla que se ha vuelto a modificar como cada temporada. No obstante creo que le está costando demasiado a Gabi Fernández establecer un sistema de juego que mejore el rendimiento en ambas áreas y las sustituciones no mejoran, en las segundas partes, lo realizado en el comienzo de los partidos.

Deseo desde «Príncipes de París» mostrar mi felicitación por los ochenta y tres años cumplidos ayer por Manolo Villanova. Le conocí como guardameta del Real Zaragoza como aficionado y después, ya en Radio Zaragoza, como asistente de Luis Cid «Carriega», Lucien Müller, Arsenio Iglesias y Vujadin Boskov. Siempre se mostró cercano conmigo y fue el intérprete entre los entrenadores y yo, muy joven en aquel entonces, dándome confianza y buenos consejos así como enseñándome detalles del fútbol difíciles de percibir sin sus conocimientos. No sé qué haría ahora Manolo Villanova como director deportivo o técnico del Real Zaragoza; seguro que echar mano de la cantera y proponer el tipo de fútbol que pudieran realizar los jugadores, valorando la seguridad defensiva y la presión adelantada animándoles a dejarse el corazón en el campo. Fue una lástima que su final como entrenador blanquillo se produjera con el descenso en Son Moix en 2008 después de Víctor Fernández, Ánder Garitano y Jabo Irureta en el banquillo mejorando sus números pero siendo insuficientes para la permanencia. De todas formas él y su gente más cercana tienen que estar muy orgullosos de su dedicación, responsabilidad y entrega al Real Zaragoza que le hace ser uno de los grandes de su historia.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *