Los talones de Aquiles de un líder juvenil

Los dos triunfos consecutivos a domicilio premian la insolencia y el juego atrevido de un Real Zaragoza encantador, pero no esconden profundas lagunas para un equipo que aspira al ascenso

No se detiene Víctor Fernández en las dos victorias consecutivas a domicilio aunque reconozca la brillantez de ambas. Tampoco se sienta satisfecho en el trono del liderato, una invitación del diablo a estas alturas de la competición. El entrenador, mientras se descorchan algunas botellas de champán y se ponen otras a enfriar, insiste en que al Real Zaragoza le hace falta bastante para ser un robusto aspirante al ascenso. Sabe que si la maquinaria de los fichajes se detiene o se equivoca en los cuatro días que faltan para el cierre del mercado, el proyecto puede quedarse en el limbo, a expensas de una plantilla que hoy en día presenta lagunas importantes. En Cartagena, una vez finalizados los fuegos artificiales por un triunfo espectacular, se vio a un conjunto aragonés desvalido en la primera mitad y deslumbrante en la segunda gracias a una revolución juvenil de los chicos de la cantera, la mayoría piezas que el técnico no piensa utilizar con asiduidad si Juan Carlos Cordero le trae el menos el 70% de lo seis fichajes que espera para formalizar su reconstrucción masiva. En la medianoche del próximo viernes se desvelará la verdad y si se han resuelto o no los actuales talones de Aquiles pese la bello estreno de campeonato.

La portería: En este punto ha habido cierto conformismo por todas las partes. Después de intentar que Badía volviera (poco altura para el paladar de Víctor), se presentó la conclusión de que con Femenías, una nueva vida para Poussin y la confianza de recuperar al mejor Cristian era suficiente. El primero se ha lesionado y el francés, por mucho que se le dibuje como un renacido, no ofrece garantías a largo plazo. Vive atornillado bajo el larguero y en algunos disparos las manos se le ablandan, como ayer en un tiro de Ríos Reina que rechazó sin ninguna ortodoxia y que desató la taquicardia de sus compañeros y otro que repelió al frente, donde nunca, si es posible, debe hacerse según figura en la biblia de los arqueros. Femenías es una apuesta de cierto riesgo aunque transmite algo más de seguridad en general que el ex del Girondis. El argentino, en condiciones normales, no tendría rival en ese pulso a tres bandas, pero se está a la espera de si su físico le concede una tregua.

La defensa: Necesita el Real Zaragoza acertar al cien por cien no sólo al peso (centímetros) sino en calidad. Se le han fugado primeras opciones y va remendando la zona con centrales que se aproximen lo máximo a las virtudes de los deseados. Vital, por lo que se ha comprobado, es un futbolista elemental, aguerrido, sin grandes alardes. ¿Supera las prestaciones de Jair? Del Jair en plenitud, no. Lluís López se ha hecho un hueco en la alineación. Cumple si los delanteros no le exigen salir a campo abierto o le proponen carreras a la espalda, donde su limitación de velocidad queda en evidencia. Arrolla cuando se sabe fuera de lugar y sus faltas se ven a la legua. Queda por conocer qué puede aportar el eslovaco Sebastián Kosa y el papel definitivo de Clemente en su regreso, que apunta más al lateral zurdo frente a la escasez de efectivos sanos en esa parcela. Calero, sin grandes alardes, ha dejado dos asistencias, y Tasende ha confirmado que subiendo es un lince y bajando, un muy regular ganador de duelos y de espacios. Hay que mejorar los costados. con Luna a la expectativa, y sus equilibrios, si bien el problema serio, al menos hasta el viernes, se localiza en el eje.

El centro del campo: Keidi Bare y Aguado estuvieron brillantes en Cádiz. Ayer no tanto. El primero se sumergió en demasiadas peleas subterráneas y el segundo mantuvo un tono medio, siempre con la predisposición de iniciar el juego con la calma que no tuvo el albanés. Son dos jugadores que no admiten sospecha, todo lo contrario, aunque necesitan un tercer hombre que Toni Moya no representa por su tendencia a deslices en zonas de riesgo y un carácter guadianesco. Un mediocentro alternativo o principal, de jerarquía aérea, que libere cuando sea necesario a Bare para actuar de volante si procede. Francho va a reivindicarse para ser ese futbolista y dispone argumentos para hacerlo, pero tiene dos problemas: no es poderoso por arriba y a Víctor no le convence demasiado. Con Liso intocable en la izquierda por su comprensión y ejecución del fútbol en su expresión más sencilla y eficaz, por la derecha, el recurso de Bermejo es muy deficiente. Un extremo de verdad, profundo, buen centrador… Hoy por hoy, el Real Zaragoza sólo encuentra alimento exterior para sus delanteros por la orilla de Adrián Liso.

La delantera: Bazdar es el delantero de Víctor. El serbio se halla en plena etapa de adaptación y comprensión del lenguaje de movimientos de sus compañeros. En Cartagena, en la segunda parte, se desató como nunca y sólo le faltó acertar con sus oportunidades. Está verde, pero si madura en el remate e imprime una personalidad más constante, podría dar el salto de gran promesa a realidad. Soberón es muy punta bastante solvente, con llegada e inteligencia para las descargas y picar los espacios que se le ofrecen, y Azón, como es costumbre, ha quedado relegado a un segundo plano para volver a su papel de revulsivo. Víctor no lo contempla para más. Y en medio de un nuevo aviso de que el tema del gol no está resuelto por la gente de ataque salvo en el caso de Soberón, Pau Sans lleva tiempo llamando a la puerta con seguridad en sí mismo. Tiene más clase que ninguno y en Cartagonova marcó y casi firma un segundo para abrir los informativos deportivos. Se busca otro con puntería puntual. Quedan cuatro días para hacer de este líder encantador un bloque mucho más consistente.