Luna, la cara oculta del empate en Riazor

Un minuto después de que Francho lograra el empate, el lateral, para redondear una tarde soberbia, evitó el 2-1 de Savo con una intervención de muy alto nivel defensivo

En el minuto 92, Francho Serrano, a pase de Pau Sans, estableció el empate en un partido donde Marcos Luna había desplegado una soberana actuación. No sólo ocupándose del marcaje de Yeremay, una serpiente con la cabeza teñida de blanco a la que apenas dejó serpentear, sino como pieza fundamental para dar sentido, sensibilidad y profundidad a la formación de cinco defensas. Fue el mejor defensa y el atacante más incisivo en su sexto partido como titular, el tercero consecutivo después de haber participado tan sólo 56 minutos en las primeras once jornadas de la competición.
Calero se atrevió más de lo previsto por el carril izquierdo, pero fue Luna quien sacó brillo a los raíles del costado izquierdo, espacio que lleva camino de apropiarse por lo que resta de curso si continúa a este nivel. El defensa es uno de los pocos futbolistas de la plantilla que tenido una progresión positiva en paralelo al eclipse del resto de sus compañeros. A su fortaleza física ha sumado un atrevimiento insospechado en estos tiempos de miedos y dudas, siempre dispuestos a alegrarle el día al pusilánime Real Zaragoza con su natural desparpajo. Marcó en Cádiz y en Córdoba en posiciones de delantero y asistió a Francho en Cartagena para firmar la remontada y repitió el Elda con un pase interior para Liso que el extremo tradujo en el 2-3. ¿Cuánto le debe el equipo a Luna? Su peso en oro en la agónica consecución de esos seis puntos por la templanza y el carácter como último pasador que asumió. Por cierto, se le buscó una cesión en verano.
Ayer en La Coruña rubricó su mejor actuación. Casi todo cobró sentido en sus pies, como en ese centro filtrado a conciencia entra las piernas de un rival para que Calero se quedara solo frente a Helton, oportunidad que el de Parla desperdició con un lanzamiento alto. Sin embargo, lo que apenas se apreció es su intervención sesenta segundos después del tanto de Francho, cuando un balón colgado desde la derecha por Ximo se lo tragó por alto Femenías desnudando por completo el palo segundo. Allí se presentó Davo para convertir de cabeza el 2-1, pero Luna se le anticipó con la coronilla en una acción defensiva clave, con tensión y concentración máximas. En la cara oculta de esa jugada se escondía un empate, el que ganó Luna.

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