El jugador madrileño, con 11 tantos en Primera, fue el último centrocampista que superó la decena de goles
El fichaje más rentable, casi el único, del primer año completo de Juan Carlos Cordero al frente de la dirección deportiva ha sido Maikel Mesa, un futbolista elegante pero discontinuo que a sus 32 años ha encontrado su paraíso goleador en el Real Zaragoza. Con diez tantos en 35 partidos –el segundo futbolista más utilizado después de Alejandro Francés y fijo para los tres entrenadores–, el tinerfeño, cuya carrera deportiva se ha desarrollado íntegramente en Segunda salvo 12 minutos que disputó en la élite con Osasuna y una breve cesión en Segunda B con el Racing de Ferrol, figura entre los once máximos realizadores de la categoría, todos delanteros salvo el sportinguista Gaspar Campos. Su última celebración fue en El Alcoraz con un penalti de corte panenka que supuso la remontada y dio los tres puntos al conjunto de Víctor Fernández. Estuvo muy cerca del doblete con un disparo de su cosecha, pero Álvaro Fernández se lo negó.
Mesa, nativo del cometa Halley por lo espaciado que suelen ser sus intervenciones en los partidos y por la expectación que crea cuando asoma su estela cerca del área, está a un solo acierto de dar caza al último centrocampista con alma de delantero que perteneció al Real Zaragoza. Gabi Fernández consiguió 11 tantos (cinco desde los once metros), uno más, en la temporada 2010-2011, con el equipo todavía en Primera. Entre ambos hay una diferencia sustancial en la ocupación de los espacios de la medular y en el estilo: mientras el madrileño atacaba todo el terreno con una intervención muy superior y una disciplina defensiva mucho más elevada, Mesa aletea por la mediapunta con un fusil de máxima precisión. Su biografía no es tampoco la de un diestro artillero, con unos buenos números en el Nástic y el pasado curso en el Albacete, donde dio en la diana en ocho y nueve ocasiones respectivamente, y seis en el Mirandés. En su paso por el conjunto aragonés ha explotado, con media docena en La Romareda y cuatro a domicilio, y sólo en una oportunidad que la inspiración le ha llegado frente a la portería el Real Zaragoza ha perdido, frente al Eibar.
Ningún otro mediocampista había alcanzado esa cifra desde el último descenso. Los más próximos a la puntería del canario fueron Papunashvili y Eldin Hadzic, quienes alcanzaron los ocho goles en los cursos 2017-2018 y 2014-2015. Para encontrar un futbolista intermedio entre la creación y la finalización que haya superado todos estos guarismos hay que viajar hasta la figura de Sávio Bortolini, autor de 14 en la 2004-2005, hace casi veinte años. Antes de irse al Chelsea, en el curso 1996-1997, la llama charrúa de Gustavo Poyet había calcinado la portería rival también 14 veces. A Mesa le quedan seis partidos para aproximarse a aquellos goleadores sorpresivos de otras galaxias.
Foto Real Zaragoza