Maikel Mesa busca su lugar en Zaragoza

El centrocampista tinerfeño, de 32 años y una carrera de trotamundos con calidad pero lejos del rol de titular, ficha por el conjunto aragonés para las dos próximas temporadas

Maikel Mesa (3 de mayo de 1991, Santa Cruz de Tenerife) será jugador del Real Zaragoza para los próximos dos temporadas y se convertirá en el primer fichaje de Juan Carlos Cordero de cara al nuevo proyecto del conjunto aragonés, una planificación basada en la contratación de futbolistas con experiencia en la categoría que aún puedan aportar, además de veteranía y calidad, una buena dosis de implicación profesional. El polivante centrocampista, de 32 años, llega a La Romareda tras haber finalizado su contrato con el Albacete, la última y más destacada estación de su carrera de trotamundos por Segunda División. En el conjunto manchego halló con Rubén Alves una titularidad que se le había negado en la mayoría de sus experiencias en otros clubs, salvo en sus cesiones por parte de Osasuna al Mirandés para coincidir con Eguaras en el eje creativo del equipo jabato y con Pablo Alfaro en el banquillo, y en el Nástic de Tarragona, donde despuntó por una de sus principales características, su facilidad para atacar el área por sorpresa y golear. Sus ocho tantos, los mismos que ha firmado este curso en tierras manchegas además de res asistencias en 41 partidos oficiales para colaborar en la clasificación del Alba para los playoffs, hicieron que la UD Las Palmas lo fichará por cuatro años sin que consiguiera asentarse en el once.

El mediocentro se formó en las categorías inferiores del CD La Laguna y en la temporada 2012-2013 ingresó en el Osasuna B. Tras un año en el filial rojillo debutó con el primer equipo en LaLiga frente al Real Madrid en el Bernabéu, su único contacto con la élite. El canario salíó a préstamo en la campaña 2014-2015 al Racing de Ferrol, de Segunda B, en el mercado de invierno. La temporada siguiente defendió los intereses del CD Mirandés como cedido hasta que firmó en el Nástic de Tarragona. Ya en Las Palmas, contó con la confianza de los exzaragocistas Manolo Jiménez y Paco Herrera, pero no así con la de Pepe Mel, tercer entrenador de un ejercicio convulso para los amarillos. Mesa tuvo que aceptar una nueva cesión, en esta ocasión en dirección al Carlos Belmonte. Su gol de penalti en el minuto 89 de la última jornada en el Carranza frente al Cádiz (0-1) le elevó a la categoría de héroe local ya que supuso la salvación de la escuadra que dirigía Lucas Alcaraz, relevo de Ramis. De regreso al Gran Canaria, ni Pepe Mel ni García Pimienta le dieron un lugar entre los habituales, por lo que la temporada pasada puso fin a su etapa en la isla y, con la carta de libertad bajo el brazo, se comprometió con el Albacete. Su explosión en el Belmonte como uno de los mejores jugadores en su posición descorchó sobre todo el interés del Tenerife y del Real Zaragoza, que finalmente se ha hecho con sus servicios.

Maikel Mesa no deja indiferente a casi nadie. Su físico, su zancada, su don como llegador y finalizador, una notable lectura posicional y de criterio con el balón y su agudo olfato para relacionarse con el gol bien desde el centro de operaciones del campo y presentándose por sorpresa, son sus principales valores. La pregunta es por qué no ha logrado ganarse por completo las simpatías de la mayoría de sus técnicos. La respuesta es que se trata de un profesional que necesita el ecosistema ideal para expresarse y, sobre todo, sentirse líder y querido por el equipo que le reclame, algo que no ha ocurrido con asiduidad. En el Real Zaragoza, el tinerfeño busca su lugar en su madurez deportiva.

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