Regresará el 30 de junio al Real Zaragoza después de tres temporadas cedido al Andorra, donde Marc Aguado ha evolucionado a una velocidad meteórica, en la cabina de mando de una nave muy particular, la de Eder Sarabia, un artefacto muy inteligente que viaja por los partidos dueño del tiempo y de la posesión del balón. La personalidad del equipo del Principado orbita alrededor de la figura de su técnico, pero en el campo, quien gobierna es este espigado e imperturbable centrocampista que se ha convertido en uno de los mejores galvanómetros de la categoría. Figura entre los pasadores más precisos y es un especialista en la intercepción. Con esas credenciales, Aguado volverá a La Romareda con mucha experiencia acumulada, pero con el aval suficiente como para ser algo más que integrante de la plantilla. Habrá que esperar para comprobar cómo se aclimata a un equipo donde la exigencia encoge a futbolistas de distintas naturalezas, aunque con 23 años exhibe un porte de futbolista con las ideas muy claras y la firme seguridad de cómo ejecutarlas. Es ya el primer fichaje para el próximo proyecto, un derecho que se ha ganado desde la confianza en sí mismo y en la interpretación de un papel que se ajusta a la perfección a lo que representa el Andorra, el fútbol bien cocinado.
De Marc Aguado no se puede esperar, por lo general, un jugador diferencial para los sentidos. No se aproxima al área y mucho menos al gol, ni es asistente ni tampoco destaca en el desborde ni en el pase adornado. Tampoco es asiduo del campo de tiro. Sin embargo, es el futbolista que adoran los entrenadores por su rigor táctico y por la exactitud de la lectura que hace de cada momento, de lo que pide el encuentro en los diferentes encuentros que asoman en los 90 minutos. Una de sus mejores virtudes es su saber estar en el lugar adecuado para amansar la pelota, robarla, administrarla sin prisa pero sin pausa, gestionando con pulcritud lo que pide el guión. Paciente jugando con la paciencia del rival. Tácticamente ejerce una labor intachable, de líder silencioso, de sutil encargado de marcar los ritmos y de minimizar los riesgos. A fuego lento pero alerta para aprovechar con velocidad los movimientos de sus compañeros en su búsqueda o en la conquista de espacios más abiertos. Su participación es abrasadora desde la línea defensiva a la de tres cuartos, donde apenas se adentra después de haber entregado ese balón que guarda como un tesoro. La aventura desde el orden. El Real Zaragoza recupera una joya sencilla y sin embargo de gran valor, un centrocampista posicional que deshace sin que le tiemble el pulso laberínticos nudos marineros en una piscina atestada de tiburones.
Marc Aguado es solo la mitad (aunque importantísima) de un tándem. El papel de Aguado no sirve de nada, si no se acompaña de un media punta filtrador, creativo y diferencial. Hay que desembolsar mucho dinero en un jugador así, que haga valioso a Aguado en el RZ. Si lo que se pretende es hacerle funcionar con Bermejo o con alguien del perfil de Eugeni, las prestaciones de marc en el RZ no serán mejores que las de Manu Molina
Que MARC AGUADO, los tres años que llevamos en el Andorra, es uno de los jugadores más destacados lo sabemos todos, pero que puede triunfar en el REAL ZARAGOZA, se verá y estoy con lo que dice HERNANDEZ, la responsabilidad aquí no va a ser la misma que en el Andorra, también hay y habrá que saber quienes serán sus compañeros FRANCHO. es seguro uno de ellos y más si continúa FRAN ESCRIBA, que desde que llegó es titular indiscutible con el valenciano .
Por lo tanto MARC AGUADO será un melón por abrir y ojalá como CSNTERANO que es nos salga bien, pero eso el tiempo y el juego nos sacará de dudas .