La pequeña, una incondicional aficionada de diez años que reside en un pueblo de Guadalajara, vivirá su primer partido como zaragocista en Leganés de la mano de su padre Ángel, con quien portará una pancarta para pedirle su camiseta al delantero como colofón a su sueño
Este sábado en Butarque, entre los aficionados que se desplacen para ver al Real Zaragoza contra el Leganés, habrá una seguidora muy especial. En realidad dos, padre e hija. La protagonista es ella, Marta Alonso, porque tendrá la oportunidad de ver un encuentro del conjunto aragonés por primera vez en sus 10 años de vida, en los que su padre, Ángel, le ha transmitido su zaragocismo sin que la pequeña ponga la mínima resistencia. Al contrario, no sólo ha ido recibiendo la abrasadora pasión de su progenitor, sino que con el tiempo ha hecho crecer por su cuenta esa semilla en su corazón. En su estuche, el fondo de pantalla de la tablet, las camisetas y sudaderas que cuelgan de un armario ruge el león que tanto admira y al que, por fin, va a acariciar en el sudoeste de Madrid. Cuando los futbolistas salten el campo, en la grada mostrará un cartel para solicitar con cariño e inocencia la elástica a Iván Azón como recuerdo de su bautismo dentro de un relato sencillamente emotivo. «Iván, te cambio un abrazo por tu camiseta», se leerá en una pancarta custodiada por Blanquillo, su mascota. Porque Marta vive con su madre en Villanueva de la Torre (Guadalajara) y nunca ha estado en Zaragoza. Ángel, integrante de la peña Parque Goya, reside en Badajoz. Con apenas dos años años se trasladó a Mérida con su familia desde la capital aragonesa, su lugar de nacimiento hace 45 años. 449 kilómetros les separan, pero el Real Zaragoza les une como puente con una fuerte estructura sentimental y asfaltado de pura y familiar complicidad.
«Soy de Zaragoza, y aunque era muy pequeño cuando me fui con mi familia a Extremadura, me dije que yo tenía que ser del club donde había nacido. Viajo siempre que puedo a ver al equipo y aunque se sufre muchas veces intento desplazarme en cuanto tengo tiempo. Veo muy poco a Marta, pero todos los días estamos en contacto a través de WhatsApp, y ella está también dentro del que tiene el club para enterarse de las noticias y todo lo que sucede, como lo de la victoria en Huesca. Lo comentamos y charlamos muy a menudo. Me lleva pidiendo hace tiempo que la lleve conmigo y le prometí que en cuanto hubiera un partido en Madrid, iríamos», cuenta Ángel, visiblemente conmovido por este viaje iniciático, una road movie inolvidable para ambos incluso antes poner en marcha el motor. «Es como un sueño que viva el zaragocismo como yo, en una distancia física que no es tal en nuestra relación». En el la escuela -estudia 5º de Primaria en el colegio Publico Gloria Fuertes– los compañeros le censuran que no sea del Real Madrid o del Barça, como casi todo el mundo. «Yo le digo que les conteste que es muy fácil apuntarse a los grandes, pero que el Real Zaragoza también lo es. Que ha ganado muchas Copas y que a esos clubes les hemos dado bastantes palizas. Que pronto estaremos en Primera y ahí nos quedaremos para siempre porque es nuestro lugar. Está de los nervios con lo de Leganés. Me pregunta a ver si llegaremos para verlos calentar… Espero que disfrute como merece en un partido difícil en el que ojalá Marta sea talismán».
Marta con su padre Ángel
Le encanta el atletismo y el baloncesto y con los amigos juega al fútbol con su pelota del Real Zaragoza. Quiere formar parte de un equipo femenino. «Es una niña superbuena, no se enfada por nada, muy cariñosa, muy aplicada y responsable como su hermana mayor Paola, de 14 años, y en estos años de separación, ocho ya, no hay día que no quiera verme. La empatía es total entre nosotros». La otra ilusión de Marta es conocer Zaragoza, la tierra que su padre añora y visita cuando le es posible para ir, cómo no, a La Romareda con sus amigos de la peña Parque Goya. Este sábado, Ángel Alonso Escobar, quien a los 12 años ya estaba viendo el partido de ida de Copa en El Vivero de Badajoz con un Real Zaragoza superado por la lluvia y el barro antes de proclamarse campeón del torneo, y Marta entrarán en Butarque con la pancarta para reclamar la atención de Azón, pero sobre todo para experimentar una vivencia única. Piko, así le llamaban cuando jugaba a balonmano en Mérida con la camiseta de Pikolín y un escudo del Real Zaragoza tatuado en el gemelo, como espectador de las emociones de su hija y de la suyas propias, y Marta en su primera toma de contacto con un sueño hecho realidad.
«La afición por el Real Zaragoza me viene de mi padre. De pequeña estaba siempre frente al televisor viendo los partidos y a mí no me gustaba mucho, pero poco a poco me entró el gusanillo, escuchando también las historias del equipo, y ahora me encanta», explica Marta. «Es la primera vez que voy a un campo, y encima juega el Real Zaragoza. Estoy muy emocionada y ojalá ganemos. Estamos en Segunda pero seguro que el año que viene subimos», relata la pequeña, que ha hecho un esbozo de lo que quiere ser de mayor: «Ingeniera o profesora de Educación Física porque me gusta mucho el ejercicio». Y jugar al fútbol «de delantera o de defensa». En el colegio tiene «muchos amigos, pero hay uno del Barça que nació en Madrid que me quiere picar y llama al equipo Real Cacagoza». A ella le da igual porque «nosotros también tenemos buenos futbolistas como Cristian Álvarez, Francés…». Y claro, Azón. «Es mi jugador favorito. Porque es delantero y porque lucha como ninguno». Ángel y Marta seguirán el encuentro con su peña, la Zaragocista Parque Goya.
Si Azón atiende la llamada y le entrega su camiseta, el próximo día de clase entrará con la avispa por la puerta de su cole de Villanueva de la Torre, con el 9 a la espalda, y los otros niños comprenderán entonces lo que significa, a cientos de kilómetros pero a un solo latido de distancia, ser del Real Zaragoza, el león que se comía al Madrid y al Barça y que Marta vio por primera vez de la mano de su padre, ejemplo de orgullo y fidelidad hacia lo que se quiere sin hallar forma de explicarlo. » Si me la entrega le diré que muchas gracias y que le quiero muchísimo».
Angel, espero me lo permita Alfonso eres cojonudo, ser un león rampante con tanta distancia es un valor añadido, el amor a nuestro león rampante yo también lo heredé de mi padre como Marta.
Ser zaragocista, Marta, es una manera de transitar por la vida con, trabajo, empeño, deportividad y siendo consciente que que en la vida pocos tienen lo que quieren, por eso es tan sencillo ser del Madrid o del Barca si no sale una temporada tienen dinero para traer un jugador de 100 millones, no saborean los títulos pues ya están pensando en ganar el siguiente y que a su máximo rival le vaya mal, los blanquillos del templo de La Romareda saboreamos cada logro de nuestro equipo por pequeño que parezca y sobre todo nos sentimos orgullosos de apoyarlo cuando no va tan bien, todo esto es lo que tu padre te está transmitiendo, te irá bien en la vida.
Finalmente Angel, te comprendo a la perfección cuando expresas que la ves menos de lo que quisieras, tengo dos hijos gemelos minusválidos síquicos los veo muy a menudo pero quisiera verlos más, ellos nunca sabrán leer ni escribir pero les he enseñado a manejarse en la tablet reconociendo el escudo de nuestro Club son incondicionales como tu Marta, ójala mañana el Club sepa estar a la altura y haga feliz a Marta y como no a ti. AUPA REAL ZARAGOZA
(Por favor contarnos la experiencia)
Hola García Castany, con todos los respetos, ¿es posible contar tu experiencia?
Si, Alfonso mi admiración por ti viene de las retransmisiones con otro maestro Eduardo González «Graznan luego existo» y de tu estilo escribiendo, cuentanos lo de Marta mañana por favor.
En mi registro está mi e-mail, si te pones en contacto te cuento mi expèriencia deportiva, me crie en Salesianos jugando en el Boscos viendo a jugar a Victor Muñoz y en el Regional a Angel Aznar y desde la cuna con la influencia de mi padre como zaragocista hasta nuestros días que mis dos hijos han heredado de mí.
Ánimo familia. Qué disfrutéis el momento en el partido. Y que el club inunde de regalos a esta joven aficionada. Ojalá se cumplan sus deseos.
Y que García Castany nos cuente también su experiencia. Fuerza y ánimo. Seguro que es un ejemplo de rasmia y nobleza.