El Real Zaragoza paga su pájara inicial y su ya célebre timidez ofensiva frente a un rival muy ardiente en las luchas y saca a duras penas un punto que reprime su reacción (1-1)
El Amorebieta hizo su partido y el Real Zaragoza no supo llevarlo en ningún momento al suyo. Estaba anunciado que el conjunto vasco iba poner todas las acciones a la parrilla, bien en la lucha de cada balón o en la pelota directa, pero el equipo de Julio Velázquez, que estaba más que advertido sobre lo que iba a suceder, llegó al encuentro cuando percibió que estaba bajo las brasas. Al primer minuto Jair y Rebollo colapsaron frente a la llegada fanática de Dorrio y el portero resolvió el entuerto con un puntapié sobre la espinilla del delantero. Jauregi lanzó fuera la primera pena máxima en contra de la temporada, lo que supuso un alivio, pero los vizcaínos continuaron profundizando en la pájara de un Real Zaragoza con la misma formación y jugadores que habían elevado su nivel frente a Leganés y Espanyol aunque visiblemente superados por un estilo diferente, un fútbol de guerra de guerrillas que se le atragantó durante toda la tarde. En un córner, Félix aprovechó la educación de Mesa para dejarle paso y fusiló a Rebollo, un gesto imperdonable de falta de tensión del mediapunta en el marcaje. Un codazo de Sibo sobre Mouriño al filo del descanso permitió al canario redimirse y empatar también con el primer penalti a favor del actual curso para sumar un punto que reprime la reacción y que, sobre todo, confirma que si Velázquez no soluciona los problemas en ataque sus muchachos pueden anclarse en tierra de nadie en la clasificación. Tuvo alguna ocasión aislada, la más llamativa una volea de Toni Moya que Félix sacó con el brazo a medio despegar del cuerpo bajo el larguero. Sin embargo, y pese a la fogosidad y constancia de Mollejo, el equipo aragonés volvió a estamparse en la puerta del área adversaria, para que la carece de llave maestra.
El partido iba a ser como fue, y lo único positivo que se puede extraer, si se puede estimar así cuando tienes objetivos ambiciosos, se redujo al empate, porque el Amorebieta hubiese podido llevarse la victoria si Rebollo no hubiera sacado con el pecho y un excelente despliegue de reflejos un tiro de Dorrio y un misil seco de Morcillo. Sibo tuvo una y Avilés y Jauregi otras en las pecaron de ingenuidad. El Real Zaragoza, poco a poco y motivado por la igualdad en el marcador, consiguió ponerse a la altura combativa de un Amorebieta que disimuló sus limitaciones con un honorable ejercicio de entrega y percusiones por las bandas. El campo 2 de Lezama era un patatal y propició la cosecha de errores, de malos controles, de caídas a destiempo y disparos al aire por el mal bote del balón. Los locales se aclimataron algo mejor a ese terreno desigual, con una pizca de más sentido futbolístico. Este Real Zaragoza digiere muy mal a los contrincantes de menos pedigrí y los escenarios extraños. Su entrenador había pedido la misma energía, concentración y agresividad que en el par de encuentros anteriores, que no se cayera en la condescendencia de mirar la delicada situación de los vascos en el estreno como entrenador de Jandro. Velázquez tampoco halló una respuesta más allá del dibujo de tres centrales para imprimir algo más de profundidad, resumida en los voluntariosos esprints de Valera, con un centro del campo incómodo ante la correcta y escalonada ordenación defensiva del Amorebieta. El técnico salmantino, que volvió a recurrir sin éxito a Sergi Enrich, además del galimatías en ataque tiene que resolver la cuestión del lateral izquierdo para disponer de un mayor número de variables tácticas. En Lezama perfectamente le habría sobrado Jair, quien por cierto estuvo muy desafortunado en todo lo que no fuera quitarse la pelota de encima.
El miércoles se presentará el Levante en La Romareda para cerrar la primera vuelta del campeonato, que ya no se alcanzará con la media de 32 puntos que se establece para aspirar a un puesto de promoción. Si vence contra un equipo de los suyos, aún estaría a tiempo de seguir con la nada sencilla escalada matemática. Contra el Amorebieta, no obstante y pese a no caer derrotado, dejó en evidencia que está capacitado para poner la carne en el asador frente a ls inclemencias de un mal día, pero también su poca chicha ofensiva. La tristeza goleadora y la ausencia de rematadores y finalizadores que no sean Maikel Mesa se ha convertido en una cuestión de estado, más aun sin noticias médicas de Bakis y Azón. Juan Carlos Cordero ya se ha puesto manos a la obra para los asuntos pendientes; no para, y sorprende, bucear el mercado de los delanteros en previsión de que los lesionados alarguen sus plazos de recuperación y de que la sociedad Mesa-Mollejo pueda secar en algún momento. El Real Zaragoza de Velázquez, y no es saludable engañarse, ha subido el listón, pero no lo suficiente para creer que con la situación actual de la plantilla puede llegar más lejos que un empate ante el Amorebieta y quizás alguna victoria de tronío. El nuevo técnico le ha dado herramientas válidas para envalentonarse con el viento a favor y en contra cuando antes una brisa le partía el alma. Milagros no ha traído Velázquez, esos están en la chequera de Jorge Mas y la multipropiedad y en el ojo de Cordero, que por lo observado se quedó corto de vista en verano.
Amorebieta 1: Pablo Campos; Álvaro Núñez, Manu Hernando, Félix, Lasure; Sibo, Carbonell; Dorrio (Rayco, minuto 90), Javi Eraso Eraso (Edwars, minuto 80), Morcillo (Quinteros, minuto 80); y Jaúregi (Avilés, minuto 64).
Real Zaragoza 1: Rebollo; Fran Gámez, Mouriño, Jair, Francés, Valera (Manu Vallejo, minuto80); Marc Aguado (Jaume, minuto 76), Toni Moya (Bermejo, minuto 76), Francho; Maikel Mesa (Sergi Enrich, minuto 61) y Mollejo.
Árbitro: López Toca, del colegio cántabro. Mostró tarjeta amarilla a Álvaro Núñez, Morcillo, Sibo, Manu Hernando y Carbonell, por el Amorebieta; y a Mollejo, por el Real Zaragoza.
Goles: 1-0, minuto 10: Félix. 1-1, minuto 42: Maikel Mesa, de penalti.
Incidencias: partido correspondiente a la vigésima jornada, disputado en la Ciudad Deportiva de Lezama ante la presencia de 1.604 espectadores, 600 de ellos zaragocistas.
🎥 Las declaraciones de Julio Velázquez pic.twitter.com/y0IfXaICJ4
— Real Zaragoza 🦁 (@RealZaragoza) December 17, 2023
El penalty y la expulsión, claras, por menos el Huesca se ha quedado con diez. ¿ Y el VAR? A ques era a favor del Real Zaragoza.
Podría haber ganado cualquiera de los dos. Lo que indica que hemos retornado a los vicios y carencias del
pasado. El patrón de juego contra Español y Leganes no ha dado resultado con el Amorebieta. Es difícil explicar los primeros veinte minutos del partido, esa falta de concentración y errores posicionales que nos podían haber dejado con dos goles en
contra. Si no nos hacen el penalty, por el juego que desplegamos, no hubiéramos sido capaces de marcar.
Poco dura la alegría en la casa del pobre.
Navidades y comenzamos a alejarnos de las opciones de ascenso. Es una constante.