Una derrota en Lugo podría dejar al equipo aragonés a tres, dos e incluso, en el peor de los casos, un punto de la zona de descenso con la visita la próxima jornada del Espanyol
Si el Real Zaragoza vence en el Anxo Carro este viernes, estará a tres puntos de la permanencia con cinco jornadas por delante. Si pierde frente a un Lugo que lleva 14 partidos consecutivos sin ganar, sufriría un golpe psicológico considerable y se quedaría, como máximo, a tres puntos de la zona de descenso que marcaría el propio equipo gallego (quizás empatado a 39 con el Cartagena si no saca nada de su visita a Fuenlabrada). Con la visita inmediata del Espanyol a La Romareda sin haber consumado aún su ascenso directo a Primera, es decir, sin la opción de que los periquitos pueden relajarse lo más mínimo desde el liderato, derrotar al Lugo es de obligado cumplimiento. Los duelos directos esta jornada entre Albacete y Alcorcón y Castellón y Logroñés podrían dibujar un escenario aún más angustioso, una congestión en la zona baja con casi todos aferrándose a la permanencia.
La peor combinación en esta fecha sería un empate en Castalia, y los triunfos de Alcorcón y Cartagena. Entonces, el Real Zaragoza, si no suma, se quedaría a un solo punto de la plaza que delimita el espacio de la pérdida de categoría. Resulta muy improbale que se den todos estos resultados, pero la remota posibilidad de que se produzcan, refleja que el peligro solo se ahuyentará en caso de victoria (o una igualada como mal menor y bálsamo temporal). El Sabadell, por cierto, repite en casa en esta ocasión ante el Rayo. Los arlequinados reaparecen de víctimas, igual que frente al Mallorca, al que se impusieron por 1-0…
El encuentro frente al Espanyol en La Romareda coincidirá con un Cartagena-Castellón. Si todo se apretara al máximo, el Real Zaragoza afrontaría dos jornadas definitivas para conocer su destino final: el viaje a Las Palmas y el duelo en el Municipal con el Castellón. Para evitar una situación de asfixia mental y deportiva, todo pasa por el Anxo Carro y esos tres puntos que darían portazo al sufrimiento de una vez por todas.
