Leo Ponzio, el segundo extranjero tras Gustavo Poyet más partidos ha disputado en la historia del Real Zaragoza después de ocho temporadas en las que conquistó una Copa del Rey, una Supercopa y un ascenso a Primera, recibió un emotivo y caluroso homenaje de River Plate, el club donde cubrió dos etapas (2007-2008) y (2012-2021) y logró 14 títulos. El exfutbolista jugó su último partido oficial en diciembre del año pasado y ayer se despidió de los hinchas en el Mâs Monumental, con 70.000 almas presentes, en un evento que contó con la participación de las glorias de la institución Millonaria.
«Muchas gracias por venir a compartir esta noche conmigo. Ustedes me pusieron en este lugar, me dieron el valor humano, que es lo mejor que le puede pasar a una persona. Tengo muchas emociones y no sé cómo explicarlo, esto lo superó todo. Muchas gracias, en serio», dijo Ponzio entre lágrimas. Luego, el presidente Jorge Brito y Rodolfo D’Onofrio le hicieron entrega de un cuadro y una camiseta conmemorativa.
El partido homenaje enfrentó a ganadores de las ediciones 2015 y 2018 de la CONMEBOL Libertadores y a otros ídolos millonarios y amigos de Leo como los exzaragocistas Diego y Gabi Milito, Luciano Galletti, Álvaro Maior, y Nicolas Bertolo. Enzo Francescoli, Beto Alonso, Marcelo Gallardo, Ariel Ortega, Hernán Díaz, Fernando Cavenaghi, Leonardo Astrada, Ignacio Scocco, Maximiliano Rodríguez, Fabricio Coloccini, Ernesto Farías, Sebastián Abreu, Alejandro Domínguez, Germán Lux, Fernando Belluschi, Jonathan Botinelli, Rodrigo Mora, Matías Biscay, Hernán Buján, Pablo Erbin, David Nalbandian, Federico Coria, Nico Vázquez, Pedro Alfonso, los hermanos Pieres y el plantel profesional de River se reunieron para acompañar al Capitán Eterno.
Hubo una pausa al minuto 23 para ovacionar a Leo tras una emocionante acción con banderas en las tribunas del estadio. El partido dejó perlas como los golazos de Francescoli, Cavenaghi, la magia de Ortega, un penal convertido por Ponzio, Enzo Pérez que se paró bajo los tres palos una vez más y otra pena máxima que el mismo Ponzio lanzó para que lo detuviera Pérez. La espectacular noche de reconocimiento a un profesional de enorme talla en cuanto a compromiso y liderazgo en el campo se cerró con un abrazo entre el jugador y su hija Paula.
Debería haber participado el Real Zaragoza. Pero está la Dirección General en campaña paseándose por todos los medios de comunicación, contando las bonanzas de la nueva etapa del club, como para acordarse de un tal Ponzio.