Nano Mesa, las guindas o los melones por abrir

El Real Zaragoza se ha convertido en una frutería experimental: las guindas que anunció Juan Ignacio Martínez para no se sabe bien qué pastel, se han convertido en melones por redescubrir más que por abrir porque ya llegan bien maduros a La Romareda. Después de haber contratado a préstamo como gran referencia ofensiva a Álvaro Gimenez, un goleador muy ocasional que fue Pichichi con 20 dianas en el Almería pero que en el resto de su currículum no presenta ya más de seis goles en otros destinos, hoy lo ha hecho con otro descarte del Cádiz, Nano Mesa, un delantero cuya relación con la portería por encima de los cuatro tantos se resume en los 14 que consiguió con el Tenerife hace nueve temporadas. El curso pasado estuvo cedido en el Logroñés y en 19 partidos marcó en una ocasión. Esta mañana ha firmado su cesión con el Real Zaragoza. En principio, la frecuencia realizadora de Iván Azón con los minutos disputados por los tres en sus carreras es similar a la de Giménez y superior a la del atacante tinerfeño.

| El delantero Nano Mesa, nueva incorporación para el #RealZaragoza https://t.co/F14GbvKU4C

¡Hola, @NanoMesa22! pic.twitter.com/Od3d286tYQ

— Real Zaragoza (@RealZaragoza) August 28, 2021

Dos nómadas sin destino fijo, por supuesto un par de apuestas a la deseperada de Miguel Torrecilla una vez que la Fundación, a través de Cuartero, le comunicó al director deportivo que la economía para la plantila iba a ser de guerra. La no compraventa ha derivado en una tesitura de escandalosa decadencia que dejan al entrenador y a Torrecilla a la intemperie, en defensa de un proyecto inexistente que se sostiene en el mismo equipo que se salvó la temporada pasada y unos refuerzos que no están a la altura de las necesidades y mucho menos si lo que se pretende es atacar una de las seis primeras plazas. La improvisación, la debilidad negociadora en el mercado y la continuidad de una directiva que que sólo pretende sobrevivir en defensa de sus nóminas y de una carambola de futuro concedido por CVC que le permita vender algún dia sus acciones, sitúan al Real Zaragoza lejos de cualquier objetivo ambicioso.

Petrovic necesitará más de un mes para ponerse en forma; se desconcoce el papel concreto de Lluis López, seleccionado después de que Peybernes, un central de un perfil antagónico, decidiera irse al Málaga; y Borja Sainz, cedido por el Alavés, y Álvaro Giménez y Nano Mesa son auténticos misterios, los dos últimos en su enésima oportunidad de reinventarse. En principio, las mejores y casi únicas vibraciones positivas las emite Fran Gámez, lateral derecho tras el agujero que dejó la vuelta de Tejero al Eibar y sobre todo la lesión de Vigaray. La Fundación debe pensarse que la afición se ha caído de un guindo.

Frecuencias goleadoras de los tres atacantes