¿Qué pintaba Narváez contra el Espanyol, un partido con un resultado cerrado? ¿Por qué no se planteó que el colombiano forzara la quinta amarrilla en el Anxo Carro? ¿En qué están pensando JIM y su cuerpo técnico? Estamos frente a un claro y grave caso de inconsciencia o de desacato a la profesionalidad. Juanjo Narváez se encuentra al borde de la supensión desde la jornada 32 en Cartagena, cuando el colegiado Pulido Santana le mostró tarjeta, la cuarta del primer ciclo. El técnico aseguró que veía capaz al delantero de aguantar hasta el final de la temporada sin recibir una cartulina más, un exagerado brindis al sol. Se puede comprender que en aquel contexto, prescindir del cafetero suponía siempre un riesgo, pero es imposible descifrar la causa por la cual no se planeó que el futbolista provocara una amonestación en Lugo para llegar limpio a encuentros que van a ser decisivos como el de Las Palmas y el Castellón. Frente al equipo de Pepe Mel podrá jugar, pero ¿y si el árbitro le muestra la quinta durante el partido? No estaría en el que puede ser el compromiso más importante de la temporada. Una falta de prevención inadmisible.
Narváez lleva siete partidos sin marcar y lejos de su mejor forma, pero, junto a Cristian Álvarez, es el único jugador diferencial de una plantilla sin relieves. Sus nueve goles y sobre todo su exclusividad en ataque como futbolista de recursos para desestabilizar defensas aun partiendo desde la banda, donde su productividad queda muy reducida, le convierten en una pieza imprescindible de un puzzle monocolor tácticamente, sin nadie más capaz de alterar el curso de los encuentros. Sin embargo, se planta al límite de la suspensión en un momento crucial de la competición. Juan Ignacio Martínez tiene su calculadora sobre cómo y dónde sumar puntos aunque en no pocas ocasiones haya sido el destino y no su olfato el que haya intervenido a su favor. La decisión de que Narváez no cumpliera el partido de sanción contra el Espanyol es incomprensible teniendo en cuenta lo que hay por delante en el calendario. Se está jugando con fuego. No digamos si el punta ve la quinta amarilla en el Gran Canaria con un resultado poco favorable y hay que prescindir de él en la visita del Castellón.
