No me vengan con Francés y Azón sin camiseta titular

Peybernes hizo un buen partido contra el Mirandés y marcó el gol de la victoria. Bien por él y por el Real Zaragoza. Formó una pareja de centrales limpia, aseada y contundente y no cometieron una sola falta ni un error. Durante la semana se ha extendido, o sugerido, que el central podría desplazar a Francés del puesto o, como mal menor, que Juan Ignacio, teniendo en cuenta la terrible trayectoria fuera de casa, estrenara una defensa con tres centrales. La segunda opción es admisible y ya se ha tratado como una fórmula que, seguramente, dotaría al equipo de una mayor fortaleza atrás y de variantes ofensivas muy atractivas con carrileros que tienden a subir y dos delanteros fijos. Es un sistema que, según como se trate y los futbolistas que lo interpreten, contiene mucha sustancia atacante sin descuidar un ápice la retaguardia, le segunda mejor por ahora en los ocho años en Segunda. Ahora bien, la posibilidad de dejar al canterano en el banquillo, que era la idea inicial cuando se fichó al francés, sería un muy mal negocio para el equipo. Porque Francés, como se ha encargado de demostrar él mismo para interés de varios clubes, está siendo la sensación de un Real Zaragoza muy poco alegre y ligado a su crecimiento junto a Jair. Peybernes hizo su trabajo y debería regresar al papel que le corresponde de un buen ayudante de cámara, dispuesto para ocasiones como la del encuentro ante el Mirandés.

Iván Azón es quien más crudo lo tiene, porque el contrario que Francés parte de posiciones más retrasadas para la titularidad una vez que el entrenador le ha otorgado papel de becario. Solo tiene por delante a Álex Alegría, con el Toro Fernández descartado casi por completo y Vuckic más pendiente de su selección que del equipo aragonés. Alegría ha marcado un gol en su mejor únioc encuentro destacable, frente al Tenerife, pero será muy difícil que JIM y Torrecilla reniegan de él como antes tuvieron que hacerlo de El Toro. Lo que cada día es más evidente es que Azón podría y debería ser de la salida por muchos motivos, entre ellos porque posee más velocidad de tránsito y de presión (y no menos gol) que su compañero, cuya principal virtud consiste en aguantar el balón de espaldas y sacar faltas en la defensa hercúlea del balón. El chaval está en pleno proceso de evolución y de aprendizaje, pero desde el pupitre ofrece una intensidad y una pelea que Alegría, algún curso por delante en el fútbol con notas de estudiante justito, no puede dar. Francés y Azón tienen que formar parte del once sin la menor vacilación. El primero porque es insustituible y el segundo, porque lo sería si le dejaran de una vez. Iván Martínez lo hizo, con la puntualización de que tres de sus intervenciones fueron contra Espanyol, Almería y Sporting.