El césped de los campos 5 y 6 de la Ciudad Deportiva, elogiado por Víctor Fernández cuando se levantó en septiembre, vuelve a cambiarse ocho meses después, a las pocas horas de que el director general lo señale como causa de la plaga de lesiones
La salida del armario de Fernando López como portavoz del club tuvo ayer, casualmente, la primera consecuencia a bombo y platillo: el césped de los campos 5 y 6 de la Ciudad Deportiva, de los que Víctor Fernández se sentía muy satisfecho después de que se levantara el pasado mes de septiembre a la par del de La Romareda, están siendo cambiados. En su reciente comparecencia ante la prensa, el director general, por el momento única voz dentro del club, asumió que la propiedad estaba manos a la obra para poner «todos los medios para acometer reformas para minimizar las lesiones», y en contra de su propio parecer cuando fue requerido por la plaga de dolencias que azotaba esta temporada al equipo (que minimizó con una estadísticas que le explotaron a los pocos días con nuevas lesiones), este miércoles señaló a las instalaciones de la Carretera de Valencia como foco de ese problema. «Las infraestructuras influyen, caso de la Ciudad Deportiva». Las incongruencias se suceden a un ritmo de vértigo dentro de una institución en la que se toman decisiones de esta índole sin que se hayan presentado oficialmente al director deportivo y al entrenador pese a que el técnico ya incidiera en que para evolucionar había que acometer este tipo de mejoras en los terrenos de entrenamiento.
En cualquier caso, nadie ha asumido el fracaso que supone resembrar dos campos en tan corto espacio de tiempo. En aquella fecha, el club optó por encargarle a Royaverld, que trabaja en otros clubes para el Atlético de Madrid, la recolocación de tapetes tras el concierto, a comienzos de julio, de Enrique Bunbury pese a que el mantenimiento del Municipal y de la Ciudad Deportiva lo venía realizando Siaver durante la última década. La empresa aragonesa, propiedad de José Manuel Tornos, entendió que el club había perdido la confianza y se desvinculó por decisión propia y sin acritud del Real Zaragoza. Con el anuncio de la renovación del césped se busca, además de un salto cualitativo, un indudable efecto de distracción, maniobra muy común y popular para soslayar otros asuntos de mayor calado en la gestión de una entidad que se administra al cien por cien desde el Metropolitano. La regeneración en los mismos campos 5 y 6 supone un reconocimiento a la mala praxis de Royaverld, de nuevo al frente de un canje del que nadie se ha responsabilizado y que se presenta, cara al público, como uno de los primeros pasos hacia el progreso de las infraestructuras. Apenas 24 horas después de que López hubiese comentado que desde la jefatura se iban a poner las herramientas necesarias para dotar de estructura a un nuevo proyecto. Ya se hizo en septiembre, con este resultado.
Imágenes de los campos 5 y 6 hace 8 meses
Fuente: Aragón Digital