Pau Sans y Liso sí que pueden

En el batallón por la permanencia, chirría la presencia titular de Adu Ares y Aketxe en lugar de los dos canteranos, futbolistas que encajan mucho mejor en el modelo Gabi

Ni Pau Sans ni Liso, como el resto de sus compañeros, son futbolistas determinantes. Esa figura no existe en un Real Zaragoza plano, sólo con relieves cuando se lanza al ataque suicida o, como es el caso desde que Gabi dirige al equipo, cuando se agrupa como una legión romana. Los últimos goles han llegado por mediación de Jair en dos ocasiones, de Poussin, el portero, de Soberón de penalti y de Edgar en propia meta ante el Almería. La circulación de pases se ha rebajado considerablemente para reducir errores y llevar los partidos a un cruce de sables por cada balón y a la ganancia de un milímetro del campo. Esto es la guerra y posiblemente el camino más recto, con piedras en cada curva como la del portero francés en el primer tanto de los armeros, hacia la permanencia. Por eso no se entiende que el técnico haya incluido en su guardia pretoriana a dos jugadores como Adu Ares y Aketxe, ajenos al espíritu que propugna el entrenador, en lo que se supone una estrategia exclusiva para La Romareda. Ante el Mirandés y el Éibar se ha comprobado que ambos restan más que suman pese a que el extremo cedido por el Athletic haya puesto una marcha más sin dotar al equipo de mayor riqueza ofensiva. Aketxe es un extraterrestre que va por libre, como casi siempre en su carrera, pero en el Real Zaragoza absolutamente incomunicado por un bajo estado de forma o una disidida considerables.

Hay otro par de casos a estudio. La entrega del lateral derecho a Francho, cuya versatilidad no hay que confundir con un perfil de pluriempleado que no posee, y el ensayo de Clemente en la izquierda, posición que se ha ganado por la nulidad defensiva de Tasende. El capitán, y se ha visto esta jornada pese a que la anterior cumpliera por encima de las expectativas, no se desenvuelve cómodo en ese puesto. Sus piernas incombustibles y su disciplina espartana, perfectas para un todoterreno, le sirven para anticiparse de vez en cuando y tomar el carril con cierto descaro, pero le faltan conceptos de un espacio que no domina, como por ejemplo cuándo encimar a un rival cuando se dispone a centrar. La maravillosa asistencia que ofreció a Jair en el primer gol tuvo mucho más que ver con el Francho centrocampista. Es posible que Gabi insista en el Ciutat de Valencia con el zaragozano a la derecha de Vital, lo que no sería ningún pecado, aunque la baja de Arriaga por sanción y la posibilidad de la estrategia de los tres pivotes en la medular pueden devolver a Calero a la titularidad para trasladar a Francho a su parcela natural.

La cuestión es cómo plantarle cara al Levante. Gabi ya dejó claro que juega en función del adversario, lo que, dado al altura competitiva y la calidad del conjunto de Julián Calero, invita a pensar que volverá protegerse lo máximo posible. La ausencia de Arriaga impide la línea de cuatro posicional por delante de la retaguardia, por lo que, en teoría, tendrá que tirar de un extremo para completar esa trinchera. El abanico se abre de par en par, si bien, ahora mismo, Liso o Pau Sans deberían ser uno de los elegidos. Adu Ares y Aketxe ya han consumido todos los cupones, al menos saliendo en el equipo inicial y en un contexto como el actual, como le ocurre a Tasende. El Real Zaragoza necesita un porcentaje, aunque sea ligero, de atrevimiento y constancia –también de compromiso en el repliegue– para que Soberón, Bazdar o Dani Gómez no se queden en meras figuras decorativas como está ocurriendo. En el modelo Gabi, embalar a Liso y Pau Sans en la figura de revulsivos es un lujo asiático. Eso sí, los dos han de asumir una intensidad en las ayudas mucho más elevada.