Previa del Real Zaragoza-Granada: El Azón que queremos y el que querríamos

Sin Bare, lesionado, el equipo queda a merced más que nunca de sus atacantes, con el ariete aragonés como epicentro y Liso y Bazdar con la escopeta cargada

Localizada desde hace jornadas la avería en la defensa o el centro de operaciones de la defensa, poco menos que irreparable por el momento y a la espera de la ventana invernal para intentar buscar la pieza deteriorada y un buen plan de mantenimiento, Víctor Fernández ha abierto otro debate que estaba en la sala de espera, una capacidad goleadora incuestionable que, cómo dice el entrenador, no se corresponde con la eficacia. «No es lo mismo el caudal ofensivo que tenemos que la contundencia». También sería interesante reflexionar sobre cómo y contra quién ha logrado esa cascada de tantos. El Real Zaragoza dispara a todo lo que se mueve y suele dar en la diana, pero desperdicia demasiados cartuchos. Cantidad le sobra, calidad, no tanto. Este sábado, contra el Granada y sin el lesionado Keidi Bare en un centro del campo que habrá que retocar con la mirada puesta en la lógica y no en la lírica, es decir donde no puede faltar Francho y quizá sí Aketxe, el equipo queda a merced más que nunca de sus atacantes, con el ariete aragonés como epicentro y Liso y Bazdar con la escopeta cargada.

Iván Azón lleva tres goles en Liga y uno en Copa, y hasta que no entró Soberón en la enfermería, retomó su papel de revulsivo con éxito. Hoy en día es titular porque el pichichi aún no se ha recuperado, con la mesa redonda eternamente dividida entre quienes le consideran con derecho a aparecer en la alineación y los que le prefieren saliendo desde el banquillo. Poco se discute sobre su lugar en la plantilla, aunque alguna voz lo ha cuestionado. Es el sino de un futbolista que durante muchos partidos parece piedra pómez y, de vez en cuando, un diamante. Soberón vino de una larga carrera de jornalero y se destapó como martillo pilón, además de un futbolista con registros asociativos interesantes. Bazdar se pasea como un pavo real, con un técnica muy depurada aunque con alas recogidas demasiado tiempo. Marí nada ha dicho en sus oportunidades, con un mutismo competitivo que le aleja del once. El aragonés, en esencia, estaría por delante de ellos, sobre todo en esta categoría que conoce mejor que sus compañeros y en la que se bate como solicita el guion le pasen a cuchillo los defensas o ruede su cabeza con las cuchillas de los codos enemigos. Los árbitros, en ocasiones, dan por hecho que cuando le sacuden no es necesario protegerle por su superioridad atlética, y sale perjudicado en duelos cuerpo a cuerpo que gana con limpieza antes de que le claven el estoque.

Azón se ha curtido en los infiernos del Real Zaragoza, luchando contra sí mismo, los entrenadores que le contemplan como un estimulante en situaciones de caída de tensión, y una pésima gestión y trabajo de sus capacidades. Nació en el paritorio de los míticos cabeceadores, aunque varias décadas tarde, sin extremos puros que le nutran. Cuando aterrizó en el primer equipo venía con sobresaliente en educación física, pero los pies reñían entre ellos en la clase de danza. Sigue siendo el mismo coloso con más experiencia sin que se haya dado ese salto definitivo en la definición, salvo cuando el balón cruza el espacio aéreo y lo ataca con frentazos prodigiosos. Renovado Pau Sans, alegre pájaro de juventud, aún no ha renovado su contrato, que expira en 2025 como los de Francho y Aguado. En La Romareda se le quiere aunque se le odie, pero es un ejemplar con unas cualidades portentosas a sus 21 años. Panichelli, Alemao, Otero, Bautista, Higinio pertenecen a su liga con el matiz de que le falta más clase, pero con el superpoder de ser el punta que más se esfuerza en la presión y a quien todos los centrales preferirían no enfrentarse. Si algún día alguien le dedica muchas mas horas de tecnificación en solitario, puede que del tosco cascarón que le cubre salga el diamante para quedarse.  Algunos clubs ya se han puesto a la cola antes incluso de que se produzca o no ese instante mágico. Le sobra con lo que ven.

Si alguien tiene la clave, o la llave o la convicción para doblegar al Granada de Fran Escribá, con atacantes de enjundia como Boyé y Uzuni y el aval de que nadie le ha vencido como visitante, ese es Azón, aunque necesitará a Liso y a Bazdar en la batalla que le espera. El Real Zaragoza se quiebra atrás y el centro del campo no tiene la consistencia adecuada para ejercer de rompeolas ante las acometidas o el oleaje de transiciones que le suelen descoser, demasiadas a las primeras de cambio con la obligación de remontar. No es un encuentro para Aketxe, si bien Víctor sigue encandilado con un jugador que ayuda poco y, bajo de forma, resta más que suma. El técnico viene condicionando los sistemas de juego al vizcaíno a riesgo de acentuar el déficit defensivo, donde la figura de Jair ha crecido como aspirante a la titularidad tras su aparición en Copa. Está tan bajo el nivel atrás que se ha reclamado también a Nieto ante la lesión de Tasende y la crucifixión de Clemente. En principio Lluís López y Vital con Calero cambiando de banda asoman como opciones más firmes. En cualquier caso, Francho debería entrar en esta cita aun fuera de su posición natural, en banda. El conjunto nazarí exige mucha pierna y pulmón para discutirle el partido, y el centrocampista, además, tiene sintonía con Azón, ese Azón que queremos y que en este encuentro, por qué no, podría ser el que querríamos. La victoria es urgente después de tres derrotas consecutivas en casa. Sólo el caudal ofensivo en su versión más certera puede evitar que el equipo siga arriba y no sufra un desplome en una clasificación comprimida, con una decena de tiburones en los tobillos.