Real Zaragoza, la caverna de los ridículos

Los condicionantes para que pueda seguir Ramírez y la vaguedad sobre si el futuro de Cordero está ligado al del entrenador muestran un club de jefatura grotesca

La crisis deportiva es de órdago, con el equipo a dos puntos del descenso a Primera RFEF como consecuencia de una serie de circunstancias nada casuales, horneadas todas a ellas por diferentes personajes inválidos para cada una de las áreas del club. Nadie se salva en esta escalera al infierno, si acaso esa afición que en los últimos partidos ha comenzado a desfondarse producto de los disgustos que le dan sobre todo en casa. Ni jugadores, ni entrenadores, ni profesionales de la puesta a punto física, ni los del cuerpo médico… La cadena se ha roto por todos los eslabones hasta llegar a un estado de máxima alarma que también está desnudando la incapacidad de una cúpula que, desde que se hizo cargo del centro de decisiones hace tres temporadas, ofrece nula confianza. En realidad, de ese eje parten todos los males, con una amplia colección de elecciones fallidas que han desembocado en un oscuro callejón sin aparente salida. Ante ese desbarajuste de poderes, justificado por la dispersión de los senadores donde tan sólo se reconoce la figura del consejero Mariano Aguilar, el Real Zaragoza habita la caverna de los ridículos. No tiene decidido sin continuar o no con Miguel Ángel Ramírez y juega a la ambigüedad con el futuro de Juan Carlos sobre una supuesta conexión entre ambos casos. El técnico dirigirá al conjunto aragonés en Almería con su cabeza en la bandeja de la destitución, mientras se contempla su continuidad en caso de victoria e incluso empate o imagen decorosa.

El contexto es digno de una enorme preocupación ya no por el resultado que se produzca en este encuentro, sino por esa jefatura de trazos grotescos que en teoría pilota el club. No hay nadie con criterio y las valoraciones que se han barajado parecen haber salido de un cubilete sin dados. Por mucho que se quiera convencer a la clientela de que se han intentado evaluar los escenarios sin caer en las urgencias, lo cierto es que sobre este tablado se agolpan las dudas, la improvisación y, sin duda, el coste económico que supondría despedir al entrenador canario y buscarle un relevo en el banquillo. Aguilar, un ejecutivo con un pasado obtuso (una recreación del Rufus T. Firefly de Groucho Marx), es el brazo de hierro de la propiedad. La cuestión es quién más le secunda, desde dónde y con qué fuerza se le apoya. La vaguedad y el sinsentido todo lo inundan. Ramírez acabó sus días frente al Eldense para ser crucificado con saña desde todos los frentes, sobre todo por los integrantes de la cofradía de Víctor Fernández. En cualquier caso, el técnico ya se había clavado a la cruz él solo. En lugar de proceder lo antes posible a buscarle un sustituto, se ha preferido que aguante una semana a la espera de un milagro o de que le caiga la responsabilidad de una paliza en el Arena Stadium para limpiarle la entrada al nuevo entrenador. Pero, ¿y si el Real Zaragoza gana y hasta se luce por muy imposible que parezca a estas horas? No se ha evaluado que el equipo no está para despreciar estos tres puntos, para perseguirlos con alguien en quien nadie cree. Se intenta ganar tiempo en el tiempo de los ineptos.

La salvación no es ninguna quimera matemática, aunque con los pasos agigantados hacia atrás que se están dando, puede convertirse en una empresa salvajemente complicada. Lesionados, afectados por el virus FIFA, descreídos de su entrenador dentro de una plantilla molida en defensa… Juan Carlos Cordero ya había hecho antes un impecable trabajo de demolición desde la dirección deportiva, pero este año se ha superado. Finaliza contrato este verano y cualquiera en su sano juicio le invitaría a salir. Hete aquí que están llegando aún profesionales a su cargo y que, sobre el papel que representa, tendría voz y voto para elegir al cuarto heredero del banquillo este curso. Delirante. Su figura está siendo también zarandeada y ligada a la de Ramírez, como si entraran en el mismo paquete de devolución en el supuesto de una debacle este sábado. En la mesa, con más mantel y conspiradores de pacotilla que patricios influyentes, se sienta Aguilar como dirigente de un gobierno absurdo. El Real Zaragoza tendrá que conseguir la permanencia por sí mismo porque hagan lo que hagan a partir de este fin de semana desde la despreocupada dirección, no será muy diferente a lo que se ha venido ejecutando con anterioridad. Peor sí, porque todo es posible en club atizado por la desvergüenza de los insensatos.

One comment on “Real Zaragoza, la caverna de los ridículos

  • Leonardo , Direct link to comment

    Si llegara a producirse la muy improbable victoria en Almería. Casi todo cambiaria, al punto de dejar en suspenso el juicio crítico hacia la gestión calamitosa de la propiedad y sus gerentes.
    Piénselo la masa es así.
    Ocurre que cuesta mucho creer en ese éxito deportivo salvifico.
    Nada menos que Suárez y Leo Baptistao, enfrentados a una defensa de mantequilla. Es un panorama que ofrece muy malos augurios.

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