Jair y Bermejo remontan el gol del Ibiza y dan la victoria a un Real Zaragoza plomizo que respira profundo en el último minuto (2-1)
Si algo hay que aplaudir en esta ocasión al Real Zaragoza no es su juego, ni si fútbol, sino que tuviera actitud y recursos en la recta final para remontar un encuentro que el colista le había puesto complicado en otro error en masa de la defensa blanquilla, con el criticado Ratón confirmando todas las dudas que le sobrevuelan. Buscó la pequeña gran hazaña de derrotar al último con desorden, flagelado por una grada muy crítica con su plomiza interpretación de este deporte, sin apenas ocasiones, lánguido en todas sus elaboraciones. Lo tenía todo en contra, más aun desde el gol de Juan Ibiza, un tanto que castigó la indolente y colectiva desatención aérea de toda la retaguardia y de su guardameta. Pero Jair, como en Burgos, empató de cabeza y en el último minuto Bermejo remachó una estupenda asistencia de Eugeni. De este partido entre los muertos, resucitó por fin el conjunto aragonés para regalar los tres primeros puntos a Fran Escribá.
El triunfo en sí es de los que no gustan por su deformidad pero se reciben con los brazos abiertos y el éxtasis propio de haberlo conseguido sobre la bocina. La emoción se concentró en los últimos cinco minutos, con un empate a cuestas que pesaba como la losa de una tumba. Había urgencias, nervios, malas decisiones y un Ibiza que poco a poco se hundía en su campo y en sus numerosas limitaciones. Los isleños, que apenas pasaron media docena de veces de su campo con cierta intención de amenazar y que hallaron a un Ratón mucho más entonado cuando lo hicieron, no pudieron soportar la erosión de un Real Zaragoza que en su embrutecimiento se topó con la sangre fría de dos futbolistas que la llevan congelada en las venas: Eugeni como pasador y Bermejo como llegador implacable.
Hasta ese episodio corto pero suficiente de ardor y orgullo, el conjunto aragonés irritó y se hizo incluso insoportable. Estático como un muñeco de nieve, con Giuliano en su versión más irreflexiva y Mollejo dentro de una cápsula donde nunca despega para asuntos importantes, convirtió el encuentro en un serial de pases previsibles, hacia atrás, a un ritmo de pachanga que concedió al Ibiza demasiada comodidad para hacer sus deberes. Vada, Francho, Grau y vuelta a empezar o, como elemento diferenciador, un pelotazo de Lluís López a la galaxia de ninguna parte. Daba la impresión de que con el 0-1, lo peor estaba por venir. Un balón que recorrió el área en horizontal sin que nadie lo despejara y un par de intervenciones de Ratón evitaron que la afición saltara al campo para mantear a sus futbolistas. Escribá pide cariño para los chicos, pero no resulta sencillo entregárselo.
La clave, si es que se pueden mencionar claves, para que La Romareda no ardiera por los cuatro costados vino desde el banquillo, un lugar por lo general improductivo para cambiar el destino. La sustitución de Manu Molina por un Jaume Grau que ha entrado en barrena sí tuvo un efecto sanador con el ex del Ibiza tomando el control y empleándose con ímpetu en la presión tras pérdida. Gueye relevó a Mollejo, pero se le pone como al hombre del saco, para asustar más que nada. En la última ventana, Zapater y Eugeni se sumaron a la paellera. En el epílogo de esa merienda indigesta, Eugeni envió un langostino a la boca del área pequeña que Bermejo cazó con voraz apetito. Del funeral del fútbol al festival del resultado.
Real Zaragoza: Ratón; Fran Gámez, Lluís López, Jair, Nieto (Fuentes, m.89); Bermejo, Francho (Zapater, m.81), Jaume Grau (Manu Molina, 61), Vada (Eugeni, m.81); Mollejo (Gueye, m.61) y Giuliano Simeone.
Ibiza: Fuzato; Coke, Martín, Juan Ibiza, Alvaro García; Suleiman (Miki Villar, m.83), Isma Ruiz, Azeez (Appin, m.46), Javi Vázquez (Nolito, m.68); Ekain (Armando, m.83) y Darío Poveda (Castel, m.56).
Goles: 0-1. M.33. Juan Ibiza; 1-1 M.68. Jair; 2-1. M.91. Bermejo.
Arbitro: González Francés (Comité de Las Palmas). Amonestó a Nieto, del Real Zaragoza; y a Azeez, Castel, Isma Ruiz y Suleiman, del Ibiza.
Incidencias: partido correspondiente a la jornada 18 disputado en el estadio La Romareda de Zaragoza ante unos 14.000 espectadores.
Se ha ganado pero seguimos con muchos problemas en todas la líneas. No entiendo la nevera de Francés, mejor que Lluis en sus mejores momentos. En el centro del campo se hace imprescindible un jugador con clase que dirija las acciones de creación, y arriba se hecha muy en falta a Ivan que esperemos se recupere pronto. Creo que Zapater tiene que ser un fijo en la alineación y tiene que estar presente en el campo aunque seam 60 minutos.
Yo si recuerdo actuaciones bastante homologables de Ratón. Si le dejamos en paz, puede cumplir como lo que es: un portero suplente del montón. De 2ª División. El recambio de Rebollo no es la solución. Si se quiere salir de la montonera, urge fichar este invierno un portero de garantías (no abundan los Cristian Álvarez, pero tiene que haber Valles, Caros, Yoeles Rodriguez o Mariños). Asimismo, este equipo no va a ninguna parte si el Día de Año Nuevo no pisan los campos de entrenamiento del RZ 5 jugadores de campo dignos de tal nombre. Parece muy cuesta arriba que el equipo pueda abrirse hueco en 5 fichas, pero algo tendrá que hacer (devolver a Quinteros, convencer a Lasure, implorar a Zapater que adelante su jubilación, fijarse en jóvenes que puedan ocupar dorsales del filial…) si quiere mantener la categoría sin pasar apuros, y conservar una mínima base con la que empezar la espectacular remontada de 2023 hasta la 1ª División. Es decir, hace falta ya un equipo nuevo de pe a pa.