Sanllehí:  «Estoy exhausto y desgastado»

El ya exdirector general del Real Zaragoza ha redactado una carta de despedida en la que admite la erosión humana y profesional que ha sufrido durante su gestión.

 

Buenos días

Ayer por fin cerramos una temporada cruel, que sin duda se nos ha hecho larga y tormentosa a todos. No cabe duda de que el 15º puesto ha quedado lejos, muy lejos, de cumplir las expectativas que todos compartíamos al iniciar el curso. La gran plantilla, brillantemente confeccionada por nuestra Dirección Deportiva el verano pasado, fue elogiada y halagada por todos; expertos, aficionados y prensa en Zaragoza y en el resto de España. 

Las expectativas generadas se dispararon, y más después del histórico inicio de temporada con 5 victorias consecutivas. Los infortunios en forma de lesiones ‘estratégicas’, goles absurdos, autopresión desmedida o los puntos perdidos durante los interminables minutos finales de los partidos han ido mermando progresiva e irremediablemente nuestra competitividad. Pero esta carta no va de excusas ni de justificaciones. 

Esta es una carta de despedida que redacto con dolor, pero también con el convencimiento de que es por el bien de todos, del Real Zaragoza y de Raúl Sanllehí. Y lo hago hoy, pues no he considerado adecuado hacerlo hasta no haberse jugado nuestro último partido. Me disculpo anticipadamente por lo extensa que será esta carta, pero es que tengo mucho que expresar en un momento de sentimientos encontrados… 

Diariamente tomamos muchas decisiones, ya sean relevantes o anecdóticas. Unas son mucho más difíciles de tomar que otras, también pueden ser más o menos intuitivas, o tener más o menos repercusión. Unas son individuales, otras afectan a mucha gente. Algunas son arriesgadas y valientes, y otras son únicas en el tiempo (de «ahora o nunca»). Las hay evidentes, mientras que otras tienen muchos matices … 

Todas ellas marcan nuestra vida en mayor o menor grado, pero alguna es claramente decisoria (marcan «un antes y un después»), y esas son las que hay que reflexionar mucho antes de tomarlas. Hoy os escribo para comentar una de estas decisiones, la de renunciar al resto de mi contrato. Hace más de 2 años mi mujer y yo decidimos emprender una maravillosa aventura en Zaragoza, no sólo profesional, sino de vida. Desde nuestra llegada nos hemos sentido «en casa», arropados por una ciudad y, sobre todo, unas gentes que llevaremos siempre en el corazón. 

No ha habido un solo día de arrepentimiento, ni uno. Y eso que ha habido momentos muy duros, mucho … Pero el apoyo y confianza constante y sin fisuras recibido en todo momento, tanto de los muchos buenos nuevos amigos que hemos hecho aquí, como del inigualable grupo de trabajo profesional con el que he tenido el privilegio de trabajar, habéis convertido esos duros momentos en meros «episodios accidentales». Mención especial también a un grupo inversor que no sólo confió en mi desde el inicio, sino que me ha apoyado siempre, nunca cuestionándome, y dándome una autonomía absoluta para implementar el modelo de club que diseñamos conjuntamente. 

Desde la primera reunión marcamos una hoja de ruta estratégica de la que no nos hemos desviado. Ellos, estos amigos y compañeros de viaje, tienen/tenéis todo mi reconocimiento, estima y agradecimiento. Han/habéis sido mi motor motivacional necesario durante estos años, junto con el convencimiento y orgullo de estar liderando y progresando adecuadamente en la consecución de una misión ilusionante y única: redefinir y reestructurar este gran club, dándole las bases y los cimientos sólidos para soportar con garantías un crecimiento orgánico que nos llevará, sin dudas, a reubicar al Real Zaragoza de manera permanente dónde le corresponde por dimensión, historia y grandeza; en la élite del fútbol nacional e internacional. 

Esta dura y cruel temporada que acabamos de cerrar ha sido extenuante. Tanto que el día a día no nos permitía muchas veces tener perspectiva global (en muchos momentos, los árboles nos tapaban el bosque). Ahora, he tenido unos días para poder reflexionar, y he llegado a la conclusión que con el fin de la temporada, cierro una etapa en mi vida. Y es una etapa, como digo, que además de enriquecedora y muy feliz, me hace sentir muy orgulloso y agradecido.

No soy persona de ponerme medallas, pero sí de elogiar y reconocer el gran trabajo de equipo realizado por este inigualable grupo de profesionales que se desviven diariamente por nuestro gran club, y que he tenido el privilegio de liderar de la mejor manera que he sabido. El Real Zaragoza, gracias a la inversión realizada por los propietarios ya al certero trabajo de mis compañeros, de mi equipo, es mucho más sólido ahora. 

El club está hoy en una posición con la que puede afrontar el futuro con optimismo: 

■ Hemos estructurado el club en 5 Áreas específicas, y todas ellas han evolucionado positivamente en resultados y eficiencia.

■ Hemos reducido la deuda drásticamente, la gran lacra que tanto lastraba al club. 

■ Hemos posicionado al club en el SXXI a nivel de imagen, mensaje y conexión con nuestra afición 

■ Hemos mejorado las instalaciones de la Ciudad Deportiva 

■ Hemos continuado trabajando como nadie nuestra cantera, cuyos frutos disfrutamos con los muchos debuts en el primer equipo 

■ Hemos redimensionado al club institucionalmente: o Miembros de la Comisión Delegada de Laliga o Miembros de la ECA 

■ Hemos elevado el LCPD a otro nivel competitivo: o Maximizando ingresos: 

■ Patrocinios (Reestructurando el programa, y renovando al alza las empresas que han creído y apostado en nuestro proyecto) 

■ Abonados (récord histórico, que hubiera crecido de haber tenido más capacidad en el estadio) 

■ Tiendas oficiales (inauguramos una nueva tienda oficial del club junto al estadio, y otra en el centro, además de expandirnos en otros puntos de venta) 

■ Aplicando una política de austeridad recortando los costes de manera concienzuda y «quirúrgica» 

■ Generando y construyendo mayor credibilidad y confianza con Laliga Todo esto, como digo, nos hace mirar el futuro con mucho optimismo, por no mencionar el gran hito que empieza en un mes: el proyecto de LA NUEVA ROMAREDA, la nueva casa para todos los Zaragocistas que iniciará nueva etapa apasionante. 

Ahora bien, todos estos avances estructurales que he mencionado carecen de relevancia sin un rendimiento deportivo acorde. No nos engañemos, esa es la verdadera prioridad y elemento de juicio en todo club de fútbol. Esto es fútbol, y va de ganar paridos. Esto es el Real Zaragoza, y va de ascender a Primera. Lo tenemos claro, y debo admitir que no hemos conseguido aún dar la felicidad que nuestra afición tanto merece. 

No me escudaré en la dificultad del reto deportivo en una liga extremadamente competitivaen la que el ascenso es primordial y «carísimo» (donde 2 de las 3 plazas de ascenso normalmente quedan reservadas para los recién descendidos, y la plaza restante nos la disputamos 10-12 clubes con unos presupuestos de plantilla si no superiores, muy similares al nuestro). 

La mayoría de los partidos se definen por detalles, y este año no nos han venido de cara. Tampoco me escudaré en la concatenación de vicisitudes que hemos vivido y que mencionaba al principio de esta carta. No, no estoy aquí para escudarme en nada. Al contrario, estoy aquí para reconocer algo que es innegable: 

El proyecto deportivo no ha dado aún los resultados esperados. Lo hará, lo sé, pero aún no lo ha hecho. Pero no ha sido por desidia, ni por dejadez. No ha sido por falta de horas de trabajo y esfuerzo, ni de compromiso o de la mejor intención. Ni siquiera ha sido por no analizar, sopesar, evaluar y cuestionarnos todas las decisiones que se han ido tomado en este tiempo. 

Al contrario, puedo decir con orgullo que todas las decisiones que se han tomado han sido reflexionadas, coherentes y consistentes con la estrategia marcada. Es más, tengo la certeza de que de volver atrás en el tiempo, con la información que disponíamos en cada momento, las decisiones hubieran sido muy similares, sino las mismas (evidentemente conociendo el resultado de algunas, seguro que cambiaríamos decisiones tomadas, pero nadie tiene una bola de cristal). 

Eso sí, hemos implementado un modelo deportivo lógico basado en 4 pilares claves (1 er Equipo, Futbol Base, Dirección Deportiva y Operaciones). Cada uno de ellas está liderada por grandes profesionales que tengo el convencimiento que lograrán el objetivo mucho más pronto que tarde, si les mantenemos la confianza y dejamos trabajar. Por mi parte reconozco estar exhausto y desgastado, y aunque no creo ser el problema, sí sé que no quiero serlo. 

Si dando un paso al lado puedo acercar en algún modo la consecución del gran objetivo final de este club, lo hago sin dudar. Por todo ello creo que es el momento adecuado de concluir mi etapa anticipadamente en este gran club, y renunciar así al resto de mi contrato. Y creo que hoy, con la resaca del último partido de la temporada, es el día para hacerlo. Vamos a dejar que entre «aire nuevo y fresco», esperando que se genere la ilusión y unidad necesarias para la próxima temporada. 

Las bases están sólidas para hacerlo, la gente es la adecuada, y el club se lo merece. Personalmente necesito darme un tiempo de reflexión y analizar las diferentes propuestas que he recibido estos últimos meses. No quise hacerlo antes pues mi única prioridad y foco ha sido el Real Zaragoza, y acabar la cruel temporada de la mejor manera posible. Pero hoy es el primer día del resto de mi vida, y quiero hacer borrón y cuenta nueva deseándole todos los éxitos a este club, éxitos que celebraré como un zaragocista más, porque así me siento! Gracias a todos, en especial a mi equipo de trabajo y al grupo inversor. ¡AÚPA ZARAGOZA!

03 comments on “Sanllehí:  «Estoy exhausto y desgastado»

  • Leonaredo , Direct link to comment

    Nota de despedida muy detallada y justificativa de su decisión. Ha terminado agotado y su empeño y dedicación gestora no dieton los resultados deportivos exigidos.
    Se puede traer a esta sociedad deportiva lo más granado del IBEX 35,con toda su sabiduría económica incorporada. Pero como los profesionales en el campo no rindan, todo acaba en la descapitalizacion y en la quiebra. La historia del Zaragoza de casi las dos últimas décadas es la de un gran fracaso deportivo a la que sigue resigandose su gran masa social.

  • García Castany , Direct link to comment

    ESTAMOS HARTOS, la mentira, la falacia de nuestro Club está alcanzando límites insospechados, y por cierto nadie ha pedido perdón a la afición.

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