Raúl Sanllehí y Juan Carlos Cordero han escoltado a Bebé en su presentación como nuevo jugador del Real Zaragoza para, después de la palabras del futbolista caboverdiano, ofrecer sus versiones sobre las vicisitudes del mercado y cómo se ha desarrollado. Lo cierto es que no han aportado grandes novedades ni reflexiones profundas. Se han limitado a relatar primero cómo se produjo el fichaje de Bebé, una buena oportunidad de última hora, y a hacer un resumen de las grandes dificultades que se han encontrado para dar mayor amplitud a la plantilla en esta ventana. «Éramos conocedores de la situación del club con los jugadores con contrato en vigor. No hemos podido afrontar salidas porque nos penalizaban. Lo hemos intentado pero los futbolistas tienen contrato en vigor y no lo han considerado oportuno», ha dicho el director deportivo. Nos nos queda otra que seguir con los que están para mejorar lo que resta de temporada».
Los tópicos se han sucedido al galope, siempre enfocados hacia el atasco en un vestuario y unas situaciones particulares heredadas de la anterior gestión –aunque sin señalar con el dedo a Torrecilla– que sólo han permitido formalizar un fichaje, el de Bebé, que se suma al de Alarcón. Sobre la chapuza de Igbekeme, su renovación hasta 2024 antes de irse cedido al Columbus Crew, se ha corrido un tupido velo para justificar su inscripción «por obligación normativa», ha explicado el director general. «Es el ejemplo de jugador al que se le busca salida por activa y por pasiva. Pero está en su derecho. No le ha parecido interesante abandonar del club. Al regresar, por obligación, debíamos inscribirle al tener contrato en vigor».
Por Manu Molina hubo «interés de algunos equipos pero al final el futbolista nos comunicó que quería seguir», mientras que Quinteros, que parecía tener los dos pies fuera, también permanecerá en la plantilla. Luna fue tanteado por parte del filial de Atlético, pero no se concretó. Cordero reconoce que el lateral tuvo esa opción. «Es verdad, pero el técnico no quería que se fuera y el jugador también deseaba continuar. No ha forzado su marcha y se queda con nosotros. Tiene una gran proyección». la liberación de masa salarial que se pretendía tan sólo se ha logrado para conseguir la cesión de Bebé sin ser la primera opción que baraja la dirección deportiva. «El mercado ha sido muy complicado. La situación de Bebé ha cambiado mucho en los últimos días. Es cierto que hemos trabajado otras variantes, un abanico muy amplio. Al final se nos ha abierto esta posibilidad y ha influido mucho su ilusión y sus ganas por jugar aquí. Ha sido una operación inesperada y agradable por cómo ha concluido».
El escaso movimiento no impide que la figura de Pape Gueye, el porqué ha sido imposible romper el vínculo de préstamo de un futbolista nulo e inadaptado, aparezca en la conversación. Cordero ha sacado el capote sin mucho convencimiento y con el mensaje habitual de paz y amor hacia el senegalés. «No está rindiendo lo esperado, es obvio. Hemos estado abierto a todo con él, pero sigue con nosotros y vamos a procurar sacarle lo máximo. Vamos a darle un voto de confianza. Yo voy a ayudarle a que mejore y por mí no va a quedar. Sobre la renovación de Jair, una pieza en las antípodas del de Dakar: «Es una prioridad del club, ha subrayado: «El siguiente paso será cerra cuanto antes un acuerdo con él».
La pésima temporada del Real Zaragoza también se ha puesto sobre la mesa, y aquí Sanllehí ha dado un paso adelante para contemporizar y no dejar a Cordero al frente de una responsabilidad que no le corresponde. La perspectiva del director general, como siempre, le toca pero no le salpica. Incluso le eleva, o ese pretende, alentando a una visión futurista y optimista. «No estamos donde queríamos. Se han hecho mal y bien unas cosas y otras no han salido. Las limitaciones que teníamos nos han condicionado mucho. Hicimos un cambio de entrenador y dirección deportiva para provocar una reacción. Creo que estamos en una situación más fuerte y hemos subido un peldaño más en competitividad. Noto una ilusión y convicción en el equipo y cuerpo técnico de que vamos a mejorar la posición en las próximas jornadas. Por ganas no quedará. Errores cometemos todos y no seré yo quien se esconda, pero se hace todo con la mejor de las intenciones». Su arenga final hacia la unidad patria emociona. «Hay desgaste pero también hay muchas ganas y es cuestión de sopesar lo que tira más arriba o más abajo. Es un desgaste o frustración general y contamos con todos para revertir la posición y mirar hacia arriba, pero hay que hacerlo juntos».
Una nueva rueda de prensa.
Y sí, se han aprendido la lección de hoy.
Lección de cómo pasar la rueda de prensa del 1 de febrero.
«Nos hemos esforzado mucho, tenía que haber salidas primero, es difícil convencer a jugadores que se vayan, todos debemos ayudar, Pape está luchando a tope. No escondo mis errores. »
Pero, como dicen los jueces yo sólo entiendo de hechos.
Observo hoy la plantilla y las arcas.
Y me pregunto ¿ quién se reunió en la primera quincena de abril con JIM y Torrecilla para preparar esta temporada. ?
Porque el error es brutal. Para un Director General que ha estado más de 13 años en puestos de alto nivel de dirección como Barcelona y Arsenal.
10 meses después y tras dos ventanas de fichajes , miro la plantilla y la clasificación.
Escalofrios, sudores y mareos, náuseas.
20 puntos en 17 partidos. A ser posible con 7 victorias seguidas. Ese es el único objetivo de los jugadores.
De Cordero no lo sé y de Sanllehí ya lo sabemos. Reconozco errores, no asumo responsabilidades y no dimitió.
Que dolor de dirección General.
Como el Sevilla, Valencia, Málaga…
Estamos a tiempo de que dentro de un año no estemos igual que ahora.
Ya sabemos quien lleva el día a día del club: Sanllehí y Cordero. Pero ¿quién manda en el club realmente? Esa es la cuestión. Y en esta empresa llamada Real Zaragoza, parece que nunca hay responsables. Siempre son las circunstancias las que mandan. Muy lamentable