Todavía se desconoce si Juan Carlos Carcedo dará entrada desde el principio a Makhtar Gueye. Es probable que insista en Giuliano como referencia atacante tras la más que aceptable actuación del argentino en Cartagena. Es una decisión de entrenador. Si el once se hiciera por una encuesta o voto popular, posiblemente ambos aparecerían en el once teniendo en cuenta que el Real Zaragoza necesita marcar y ganar. Pero los técnicos atienden a sus informaciones, a su pálpito estratégico e intentan controlar por lo general cualquier resolución pasional. Gueye lleva un tiempo sin jugar y acaba de aterrizar en La Romareda, por lo que la teoría de la aclimatación progresiva apunta a imponerse. Siguiendo esa línea, y pese a ser el único de los nuevos que sí tiene ritmo, Gabriel Fuentes también se sentaría en el banquillo para que Nieto se ocupe del lateral izquierdo que tan huérfano ha dejado Pep Chavarría. Jairo Quinteros, el tercer hombre del mercado estival, tendrá que tener más paciencia como cuarto central.
El entrenador se ha guardado la citación hasta el domingo, el mismo día del partido ante Lugo. No podrá contar con Grau, sancionado con un encuentro por la doble amarilla de Cartagonova, y a Vada podría resguardarle después de la elongación que sufrió. Si en la delantera tiene dilemas con Mollejo y Puche como alternativas para el costado izquierdo, en el centro del campo baraja cambios. Manu Molina, piloto indiscutible para Carcedo, tendrá en esta ocasión como escudero a Francho con Bermejo en su finca acostumbrada para romper a pierna cambiada y Eugeni de espíritu libre. Lo que está muy claro es que tarde o temprano, de inicio o lo largo del choque, Guaye saltará al campo. Ahora mismo representa la figura del goleador, un papel sin más protagonistas desde que Iván Azón se halla en la enfermería.
Con el senegalés, el Real Zaragoza deberá variar en un momento determinado el estilo reiterativo en el movimiento cadencioso y horizontal del balón, lo que le otorga posesión pero no profundidad. Si el Lugo consigue mantener cerrado el candado, idea con la que visitará La Romareda, la lluvia de pelotas en busca de Makhtar Gueye se va a suceder. Resulta demasiado simple a primera vista, pero el conjunto aragonés necesita ser más directo, y con el coloso en posición de 9, el área y sus consecuencias estarán más próximas. El envío frontal será el atajo, pero habrá que insistir lo que se pueda por las bandas para alimentar al gigante con centros más variados. Todo va a girar alrededor de Pape para un Real Zaragoza que ahora mismo es 18º y que mañana podría entrar en zona de descenso en el caso de perder con el equipo de Hernán Pérez en el clásico de Segunda, en el partido de los dos clubes que más temporadas consecutivas llevan en este categoría.