La vista de lince de Miguel Torrecilla en cuanto a la adquisición de delanteros en propiedad o en calidad de cedidos, la mayoría, va camino de ser legendaria por nefasta. Los fracasos de Gabriel Fernández y Haris Vuckic, contratados por Lalo Arantegui, el anterior director deportivo, para continuar con la ricas herencias antepasadas de Luis Suárez, Borja Iglesias, Ángel Rodríguez o Borja Bastón, condujeron al Real Zaragoza a un abismo terrible en ataque que se llevó por delante al propio Arantegui y a dos entrenadores, Rubén Baraja e Iván Martínez. A punto de cumplirse dos años de su aterrizaje en La Romareda y de traer consigo a Juan Ignacio Martínez, posiblemente su mejor operación, el ejecutivo no ha logrado dotar al conjunto aragonés de gol, lo que vuelve a amenazar su futuro por tercera temporada consecutiva.
Con la llegada de la nueva propiedad y su currículo en este periodo, se daba por hecha su salida del cargo, pero para sorpresa general, el director general elegido por la multipropiedad, Raúl Sanllehí, prorrogó un año más, hasta 2023, su estancia en el puesto. Además, Sanllehí se ha encargado de elogiar hasta límites bochornosos la labor de un profesional que había fracasado con estrépito al margen de los problemas intrínsecos a un club en fase de compraventa y limitado por sus límites salariales. La economía anterior tampoco había sido boyante y, sin embargo, se habían cerrado negociaciones muy notables en ataque. Por tercera ventana consecutiva y preparando la cuarta, el Real Zaragoza sigue enquistado en su padecimiento ofensivo. Siete tantos en 12 encuentros, tan sólo dos a domicilio, y siete de ellos sin marcar.
El historial de Torrecilla es para enmarcar por negativo. Entre los seis puntas que ha fichado desde el frío y peligroso de 2020 han sumado una docena de dianas en Liga, por el momento. Álex Alegría fue su carta de presentación, con un solo gol del extremeño en 15 encuentros. Ya con todos los poderes, se trajo a Álvaro Giménez y Nano Mesa para afrontar la campaña 2021-2022. El primero hizo cinco dianas en 34 presencias en el equipo y dos el segundo en 23. Para reparar la considerable avería, el director deportivo elevó el nivel de sus desastres con, posiblemente, una de las gestiones más ignominiosas que se recuerdan en La Romareda por lo gastado para que el Leganés le dejara salir y por las condiciones aceptadas hasta 2025. Con el agua al cuello y casi medio millón de euros desembolsados, se hizo con un futbolista que no firmó ni un gol en 16 jornadas. Ahora, fruto de las sinergias, milita a préstamo en el Atlético de San Luis, quien se responsabilizó de su ficha, liberación de masa de salarial que no se ha traducido en el refuerzo de la actual plantilla.
Una docena de dianas en 103 partidos incluyendo los han participado hasta la fecha Giuliano Simeone y Makhtar Gueye. 5.820 minutos consumidos, es decir que el Real Zaragoza, con Torrecilla en el trono, necesita casi seis encuentros para ver puerta. Este ejercicio ha repartido su escaso talento para acertar con la proyección de Simeone, pichichi del equipo con tres tantos en diez fechas, y el tallo senegalés, que no se ha estrenado aún en cinco comparecencias, dos de ellos desde el inicio. El gigante del Oostende belga apunta a ser otro de los grandes negocios made in Torrecilla. «Miguel tiene un compromiso con el Zaragoza que está fuera de cualquier cuestión. Vino en un momento muy delicado y tomó un riesgo, y es una persona que sabe trabajar dentro del presupuesto. Hay un perfil de director deportivo que dice que no me dan suficiente dinero… Yo con Miguel trabajo muy a gusto. Su honestidad y su capacidad de trabajo son altísimas». Palabra de Sanllehí, gol en contra.