Los movimientos que está realizando Miguel Torrecilla para intentar que Íñigo Eguaras abandone la disciplina del Real Zaragoza bajo el pretexto de la liberación de masa salarial, tienen un componente más de percepción personal que económico. El director deportivo entiende, y así lo ha hecho saber a su entorno según ha podido saber Príncipes de París, que el centrocampista está creando una mala atmósfera dentro del vestuario. Esa sería la causa principal de que el nombre del futbolista haya aparecido en la lista de prescindibles en el mercado de enero, quien tendría un preacuerdo para recalar en el Almería, líder de Segunda, que también negocia con Timor, descarte del Getafe. El Real Zaragoza impone en esta operación una cláusula de compra de 800.00 euros en caso de ascenso de los andaluces, algo que no ha sentado muy bien en los Juegos del Mediterráneo.
La presencia del navarro en esa relación en la que también se hallan Igbekeme, Adrián, Ros, Bermejo y Yanis, inesperada pese a que atraviese el peor momento de su trayectoria en el equipo aragonés, causó cierto estupor teniendo en cuenta que se trata de el único jugador con cierta capacidad creativa en un equipo chato por completo en la elaboración. Petrovic le ha adelantado en la titularidad sin haber hecho apenas méritos, una decisión técnica de Juan Ignacio Martínez que no ha abierto grandes debates precisamente por el bajo estado de forma de Eguaras.
En el último partido en Ponferrada JIM mantuvo a Eguaras en el banquillo sin que disputara un solo segundo después de que en Miranda, en su única aparición en la alineación en las seis últimas jornadas, quedase señalado con un error en el primer gol de los burgaleses y algunas decisiones posteriores poco afortunadas. En los encuentros anteriores, participó 9 minutos en la derrota de Almería y la segunda parte frente al Tenerife en lugar de Petrovic, donde mostró en algunos momentos una actitud distante con el sacrificio que exigía un marcador cuesta arriba cuando entró en el campo (0-2).
La razón de Torrecilla para desprenderse del centrocampista tiene una base de rendimiento deportivo y de paso de aligerar el peso de una de las nóminas más elevadas, pero sobre todo la consideración de que el futbolista, además, está creando un mal ambiente. El director deportivo incluye también a Javi Ros y Adrián González entre quienes estarían colaborando a tensar la cuerda en la plantilla.
El problema de este pobre chico es que se creía imprescindible, entre tanta mediocridad y anda muy equivocado porque él también resulta mediocre. Así que, si encima malmete, lo mejor es darle puerta para bajarle los humos y que aprenda.
Eguaras da la impresión de ser una persona tranquila que no mata una mosca pero, a veces, hay que andarse con cuidado con los pellizcos de monja que dan este tipo de personas. Como dice el refrán: Que Dios nos libre de las aguas mansas que de las turbulentas ya sabré cuidarme yo…..
Esta claro que algo ha ocurrido en el vestuario y que hay mar de fondo, porque se declara transferible a gente que a jugado muchos minutos, esto no es lo habitual en estas situaciones.
Me parece vergonzoso todo lo que están haciendo sobre el caso de Íñigo de Javi ros no los entiendoentiendo