El equipo de Dani Martínez se despide con orgullo de la Copa tras exprimir hasta su última gota de sangre y la del Barça (2-3)
La UD Barbastro se ha despedido de la Copa siendo partícipe de la redacción de la historia de una eliminatoria que peleó hasta la última gota de sangre (2-3), exigiendo al Barça el mismo peaje para que los azulgrana, dominadores pero visiblemente incómodos casi todo el partido, lograran el pase a la siguiente ronda. Aunque el conjunto de Xavi, que puso sobre el campo un equipo de muchos kilates y tuvo que recurrir a Vitor Roque, Gündogan y Lewandowski cuando los locales amenazaban con 1-2, mantuvo un comportamiento de máxima competitividad, sobre todo en la primera parte, el cuadro de Dani Martínez nunca se descompuso. En este tipo de duelos tan desiguales, para mantener el tipo es de obligado cumplimiento que el portero sea una figura heroica de principio a fin. Arnau cumplió muy por encima de ese papel con pulsos de todos los colores frente a situaciones de máximo peligro, en careos individuales con Ferrán Torres, Lewandowski, Roque… El guardameta catalán dio a cada parada textura de normalidad, lo que contagió de fe y seguridad a sus compañeros en los sobreesfuerzos en busca de la hazaña. No pudo con el remate a bocajarro de Fermín a pase de Rafinha con el que finalizó la primera parte, ni con un disparo inapelable y cercano del brasileño en una asistencia milimétrica de Héctor Fort a los seis minutos de comenzar la segunda. Tampoco con el penalti transformado por Lewandowski que dejaba el choque sentenciado para todos menos para el Barbastro, que en otra pena máxima de Fermín sobre Crespo que materializó Prat para delirio de la afición alimentó su esperanza, pero siguió ejerciendo de titán con tal sólo un par de minutos para el final del añadido y la llama de la esperanza iluminando los ojos del Somontano.
Cayó la noche y se apagó el sueño del torneo pero no la certeza de que en ocasiones la derrota no castiga al perdedor con la amnesia, mucho menos cuando uno ofrece todo lo que tiene sin sentirse inferior, entregando en cada acción la calidad de su corazón por encima de la de su fútbol. El Barbastro quería hacer feliz a su gente y lo logró. Eso, sin demagogias sentimentales, es un triunfo, porque, al margen del legítimo derecho a querer continuar en la Copa, su objetivo era estar a la altura del encuentro, a perseguir cada balón y a cada estrella del Barça sin complejos y con el tremendo sufrimiento que pedía el exigente reto. Creció en la mayor de las adversidades, con un enemigo que en ningún instante le regaló lo más mínimo ni se relajó para coger aliento. Los oscenses se ganaron cada metro con entusiasmo y convicción en las peleas. De Mesa, altruista y solitario gladiador, acortó distancias después de un córner donde hubo puñaladas cruzando el aire. El omnipresente Israel tuvo el empate en un cabezazo en solitario que se cargó de más potencia que puntería. El penalti marcado por Lewandowski anunciaba el fin de obra. Sin embargo, Prat fusiló a Iñaki Peña desde los once metros… Se habían dejado la piel Mingotes, el fogoso Carbonell, Gasco, Gonpi, Ara, Franki, Raussel, De Mesa y Bautista, todos bajo el paraguas de Arnau. Soule, Crespo, Reques, Prat y Val heredaron desde el banquillo el testigo de fuego cuando saltaron al césped. No hubo quien no dejara su firma para que la historia les hiciera un hueco, la de los vencidos, sí, aunque vencedores de esa página teñida con la tinta de su sangre que ni olvidarán ni les olvidará.
BARBASTRO: Arnau; Gasco, Mingotes, Jaime, Carbonell; Bautista, Javito, Rausell, Israel, Gonpi; De Mesa. Técnico: Daniel Martínez. Cambios: Soule por Bautista (m. 46); Reques por Carbonell (m. 66);Crespo por Rausell (m. 66); Marc por De Mesa (71); José Val por Gonpi (81).
FC BARCELONA: Iñaki Peña; Koundé, Araújo, Christensen, Héctor Fort; Fermín, Oriol Romeu, De Jong; Raphinha, FerranTorres, João Félix. Técnico: Xavi Hernández. Cambios: Vitor Roque por Raphinha (m. 64); Iñigo Martínez por Christensen (m. 64); Lewandowski por Joao Felix (m. 71); Gündogan por Romeu (m. 71); Sergi Roberto por Iñigo Martínez (m. 74).
GOLES: 0-1 (m. 18), Fermín; 0-2 (m. 51), Raphinha; 1-2 (m. 60), De Mesa;1-3 (m. 85), Lewandowski, de penalti; 2-3 (m. 93), Marc Prat, de penalti.
ÁRBITRO: Pulido Santa (asturiano).
TARJETAS: Carbonell, Gonpi, Xavi.
ESTADIO: Municipal de Deportes (6.000 espectadores).