Un cambio en la alineación, ¿dos en el campo?

Las probabilidades de que Fran Escribá repita equipo por cuarta jornada consecutiva se diluyen según se aproxima el encuentro del domingo en La Romareda frente al Eldense. Los resultados, traducidos en victorias, han sido óptimos en todos los casos, pero el técnico, a quien le cautiva mover alguna pieza del ajedrez e introducir variantes en función del rival, podría romper con la continuidad de los mismos jugadores en la alineación. La segunda parte en Tenerife, donde recurrió tras el descanso, a Varela y Bermejo para sellar las bandas y aportar la profundidad inexistente en la primera, no sólo mostró a un Real Zaragoza más equilibrado, sino también envió un mensaje de cara a próximas jornadas. Desubicado Mesa en el carril izquierdo y afectado el grupo por la pájara de Moya, y teniendo en cuenta que el entrenador es devoto de un centro del campo en línea remachado con dos delanteros pese a que el rombo con un enganche se ha revelado como una opción muy atractiva, la hora de los extremos tan reclamados ha llegado.

No se adivina una revolución, ni mucho menos. La milicia defensiva, con Cristian, Gámez, Francés, Jair y Nieto permanecerá pese a que los laterales no estén a su mejor nivel, pero es en la medular donde se presume que llegaría el canje en una posición. Valera está casi predestinado a ocupar uno de los dos carriles porque, como ya demostró en el Heliodoro, además de su condición de trabajador infatigable de ida y vuelta, su brújula apunta siempre hacia el norte con una aguda capacidad para sortear obstáculos por su cuenta. Saldría de nuevo por la izquierda aunque el zurdo se encuentre más cómodo a pierna cambiada, con lo que habría que recolocar a Mesa o dejarle en el banquillo, algo improbable. Aguado y Moya, intocables, se encargarían del doble pivote y Francho, aunque desplazado a una parcela donde no brilla tanto, seguiría en el carril del 8. En el caso de que Escribá se decida por esta configuración con la intención de que Mesa no abandone la titularidad, el canario avanzaría a la punta de ataque para unirse posiblemente a Bakis, una zona que conoce, facilita su proximidad al área y dispara su finura finalizadora.

Un cambio en la alineación y dos en el campo. Bakis y Azón no han conseguido marcar todavía, lo que no causa preocupación aunque sí cierta inquietud porque la pareja, pese a la labor oscura que realizan como lanzaderas de la presión –sobre todo el canterano–, apenas ha ofrecido soluciones personales. Sin goles ni oportunidades llamativas y sin puntería cuando las ha habido, no sería extraño que esa sociedad se rompiera para este compromiso. El turco tendría un nuevo compañero en Mesa que daría, en teoría, una textura distinta al ataque, y Valera debutaría en el once, que es su lugar natural. No asoman en principio más alteraciones en la formación inicial de un Escribá que seguro moverá ficha –Manu Vallejo tendrá seguro sus minutos.– en busca del cuarto triunfo consecutivo.