Un club en vía muerta

Le gestión de la compraventa del Real Zaragoza, si finalmente se produce, está suponiendo un auténtico ejercicio de despropósitos en cuanto al manejo de los tiempos económicos y deportivos. Las negociaciones, que activaron hace ya seis meses en la búsqueda de un grupo inversor, continúan sin consumarse con lo que ese atasco del cambio accionarial supone para la creación de un nuevo proyecto deportivo. En un principio, por contrato, Miguel Torrecilla sería el director deportivo y Juan Ignacio Martínez el entrenador y ambos han sido invitados por Luis Cuarlos Cuartero, director general, a que trabajen al margen de lo que pueda ocurrir con el club. Pero, ¿quién asegura a ciencia a cierta que los tres tengan aseguradas sus plazas la próxima temporada con un nuevo propietario? De hecho, todas las operaciones para configurar una plantilla que debería tener muchas novedades y al menos una docena de salidas, se encuentran aparcadas, situación estresante que podría condicionar la formación del equipo sea cual sea su objetivo una vez resuelto el jeroglífico administrativo. Los asuntos pendientes apuntan a fichajes de bajo coste y cesiones mientras los accionistas, según sus versiones, manejan propuestas multimillonarias para afrontar pagos inminentes y aumentar el techo salarial.

Dos vías abiertas con un club en vía muerta. A la propuesta de los hermanos Alejandro y Carlos Álvarez del Campo, tripulada por la familia Yarza, quien se está encargando de publicitar los parabienes de esta opción, se ha unido el informe de la LFP de que hay otras personas interesadas en pujar por el Real Zaragoza, en concreto una oferta liderada por Ander Herrera y su entorno que el consejo rechazó en su día por considerarla insuficiente. En este caso, el proyecto presentado directamente a César Alierta dibuja un escenario mucho más ambicioso. Ese pulso, por muy feroz que sea entre los accionistas, lo decidirá el expresidente de Telefónica: posee la mayoría y cualquier debate se cierra con sus llaves. La ingente cantidad que habría que desembolsar en todos los frentes solo admite un impulso contundente a las arcas de la institución –mucho más de las cantidades que se manejan– para cubrir el abanico financiero y el objetivo de un ascenso a Primera sin demora, que es lo que busca en un periodo a corto plazo cualquier grupo inversor de riesgo.

La necesidad ahoga, sobre todo a Alierta, que es el único que ha aportado dinero directamente o avalando a través de la capitalización de préstamos, 17 de los 22 millones de euros asumidos por la Fundación Zaragoza 2032 desde su aterrizaje. Al ser el máximo acreedor, cualquier aproximación exterior debe pasar por su mesa. La posibilidad de que los Yarza estén forzando para que se consolide su apuesta frontal por Spain Football Capital podría tener un transfondo de continuismo, con su 13%, bajo la nueva propiedad siempre y cuando no se produzca una ampliación de capital a la que no acudirían. Con las horas contadas para la compraventa, la pelota está en el tejado de Alierta y su deseo de salir y con los Yarza a la expectativa, con un comprador dispuesto a hacerse con el paquete de acciones mayoritario a un precio en nada desorbitante y un aspirante que exhibe más sentimiento que músculo. Con todo parado en la parcela deportiva y los daños colaterales que podrían suponer.

04 comments on “Un club en vía muerta

  • Entryes , Direct link to comment

    Si nos dan a elegir a los aficionados entre en grupo de empresarios mejicanos sin ninguna vinculación al Zaragoza y representados por unos empresarios sin ninguna vinculación al fútbol y un grupo del que se duda de su solvencia económica y que tiene a alguien zaragocista pero que no nos dicen quién… Mi respuesta es: pero hay alguien más??

  • Maño de Vilassar , Direct link to comment

    Todo este sainete, en lugar de ilusionar lo que presenta es una sensación de miedo tremenda

  • Entryes , Direct link to comment

    Yo, cuando llegó Agapito, era el raro que decía que prefería ser humilde y sentirme representado que grande con gente que no me representa. Cuando llegó la fundación me alegré muchísimo. Después, su gestión, ha sido dudosa. La entrada de cualquiera de los que nos están sobrevolando me recuerda a los buitres buscando carroña. Y me produce una honda desafección.

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