En su mejor momento de la temporada, el conjunto aragonés persigue ante el Las Palmás su tercera victoria seguida en casa y la décima jornada consecutiva sin perder
Hace poco más de dos meses que el Real Zaragoza se desvinculó de la derrota y comenzó a sumar empates y victorias para completar nueve jornadas consecutivas sumando puntos, estupenda racha que le ha servido para eludir todo riesgo posible. Primero subió su listón defensivo y después, recuperado Iván Azón, se armó como equipo para afrontar un calendario de apariencia inclemente contra los mejor clasificados del torneo. Tuvo a Albacete, Levante y Eibar contra las cuerdas, pero la inmadurez y la alergia que sufre contra rivales en inferioridad numérica le impidieron llevarse todo el botín. Al Granada, otro coloso, no le dejó ni rechistar con un gol de museo de Fran Gámez. Este domingo (21.00) le visita el viajero más peligroso de la categoría, un Las Palmas con hechuras de ascenso directo que, sin embargo, va en la dirección contraria al equipo de Fran Escribá: sólo ha conseguido un triunfo en los últimos ocho partidos, lo que ha puesto a su entrenador, García Pimienta, en modo examen final en La Romareda. Se enfrentan muy alejados en sus objetivos y el grosor de sus plantillas, pero en antagónicos estados de ánimo y de resultados, lo que impide distinguir al favorito en esta nueva cita contra otro cíclope aun en horas bajas y reñido con el gol.
La posibilidad de que Escribá repita alineación por cuarta vez es una opción factible si Gámez está al cien por cien del golpe en la rodilla que hizo que el valenciano trabajara en el gimnasio esta semana. Este dato, confeccionar el mismo once durante todo el mes de abril, confirma el buen estado de salud de un Real Zaragoza que buscará enlazar su tercer triunfo en casa, un estadio que después de un curso de sequía y disgustos hogareños ha vuelto a recuperar la sonrisa. El técnico dejó entrever ayer que podría introducir algún cambio en función de las características del adversario, un Las Palmas muy reconocible por dominar los partidos con su apuesta por un elegante fútbol de combinaciones sin descuidar el trabajo defensivo, el mejor junto al del Levante. García Pimienta se ha traído a todos a Zaragoza menos a Sergi Cardona por acumulación de tarjetas y al lesionado Florin Andone. Recupera el entrenador a Jonathan Viera y a Vitolo y es más que probable que el exzaragocista Enrique Clemente se encargue del lateral izquierdo en su primera experiencia con otra camiseta en El Municipal.
No parece que el Real Zaragoza, por la idiosincrasia de su actual bloque titular, vaya a dejarse seducir por relajamiento alguno. Escribá quiere prolongar la racha, pero sobre todo que su equipo conserve la personalidad de esta recta final para bajar el telón en la parte más alta posible de la clasificación. Tiene tantos clubes tan pegados a su rueda que cualquier tropiezo le podría trasladar a la cola del pelotón, por lo que los tres puntos en disputa no sólo tienen un valor estético. El guión del encuentro no se alejará demasiado de un Las Palmas gobernador del juego y un Real Zaragoza listo para el robo y la percusión más directa posible, donde Giuliano, Azón y Bebé correrán una vez más con pólvora en sus piernas. El pulso es atractivo y el conjunto aragonés, sin urgencia alguna, querrá inyectar en el duelo una buna dosis de guerra psicológica, que los canarios se sientan víctimas del vértigo el mayor tiempo posible. No será sencillo, pero hay motivos para sospechar que el Las Palmas va a pasarlas canutas frente a un Real Zaragoza que con su maquinaria de utilitario va como un bólido.
Posibles alineaciones:
Real Zaragoza: Cristian Alvarez; Fran Gámez, Lluís López, Jair, Nieto; Bermejo, Francho, Jaume Grau, Bebé; Simeone e Iván Azón.
UD Las Palmas: Álvaro Valles; Marvin Park, Saúl Coco, Álex Suárez, Enrique Clemente; Loiodice, Mfulu, Jonathan Viera; Pejiño, Marc Cardona y Sandro.