Víctor Muñoz: «A los canteranos se les vende antes de hora»

El jugador más notable que ha dado la cantera aragonesa, Víctor Muñoz, reflexiona sobre el impacto de los futbolistas de la casa en la vida deportiva y económica del Real Zaragoza. La irrupción de Francés, Francho y Azón y su frescura juvenil han edulcorado una temporada aciaga y se han disparado las expectativas sobre su protagonismo en un futuro ambicioso. «Su respuesta siendo tan jóvenes en un categoría tan difícil dice que tienen muchas posibilidades. Son zaragocistas y sin duda la semilla para recoger frutos, que no son otros que los del ascenso». El técnico, sin embargo, puntualiza que «ellos no pueden ser los responsables directos de un proyecto ambicioso. Han de madurar rodeados de fichajes con experiencia».

Hizo debutar a Zapater y a Vallejo con 17 años y a Nieto con 18 sin previo paso por el filial, en el caso de los dos últimos «porque comprobé que los juveniles tenían más potencial para el primer equipo que el filial. Ganábamos tiempo y ganábamos jugadores. Actué de esa manera por mera observación en los entrenamientos. Mis conocimientos y mi experiencia me decían en aquel momento de necesidades que había que hacer algo, que su optimismo y su vitalidad eran necesarios». Muñoz recuerda que en su última etapa como entrenador del Real Zaragoza se produjo una transición de gestores del club. «Había un vacío y una dificultad, en mitad de un gabinete de urgencia, y yo tenía que tomar decisiones que creía y eran las apropiadas en la apuesta por Vallejo y en dar una oportunidad a Carlos Nieto». Sobre Zapater explica que «lo incorporamos por sus cualidades pedía paso». Después de 17 años, el entrenador lamenta que las lesiones «le hayan impedido evolucionar más en su carrera, pero está ayudando mucho porque es una magnífica persona, íntegra y honrada».

Elogia la labor de la cantera, la cantidad de futbolistas que han salido de la fábrica zaragocista en los últimos años, pero se muestra algo crítico con la gestión posterior, «forzada por una política económica de pura supervivencia. Guti, Soro… Son chicos que se han vendido antes de hora, aún sin consolidar». En su opinión, y entendiendo la tesitura financiera de la institución, «si los mantienes algo más, cuando hayan crecido y madurado,, puedes venderlos a mejor precio. Pero no se mira más allá del día a día. Ocurre también con los delanteros… Todos han tenido una carrera muy fructífera tras pasar por La Romareda de una forma demasiado efímera».

La labor de Juan Ignacio Martínez, su relevancia en la permanencia, es muy valorada por Víctor Muñoz. «El nuevo entrenador ha sido clave para no tener penurias. Es un técnico clásico y serio que ve las cosas bien y conoce la categoría y que le ha dado al equipo la seriedad y serenidad que necesitaba. Su trabajo ha sido muy bueno en un momento de gran dificultad». Aun con todo, el exentrenador del Real Zaragoza admite que lo vivido ha sido duro. «Y muy triste». Sugiere Muñoz un cambio de verdad «con un plan serio. Se necesita gente con imaginación y que ame al equipo, por supuesto con capacidad económica. A mí me gustaría más que fuera capital aragonés, pero bienvenido sea si no lo es. Creo que las instituciones públicas, que lo hicieron tan mal en du día, debería implicarse más siempre que haya responsabilidad en la gestión. El equipo de la ciudad, que tiene una historia muy rica, repercute en las emociones del zaragozano».

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