El técnico culmina su proyecto con un cóctel de 13 fichajes donde prima la juventud con varias posiciones descubiertas. Jair no sale y Lekovic se cae
Posiblemente, el Real Zaragoza disponga de la plantilla más joven de Segunda después de la del Mirandés para hacer frente al reto que el fondo de inversión ha trabajado entorno a la figura de Víctor Fernández, el ascenso a Primera tras 12 temporadas de destierro de la élite. No es casual esta apuesta que ha culminado este viernes con 13 fichajes en total (sin sinergia alguna del Atlético, algo muy chocante) y 8 salidas en formato de rescisión (Grau, Baselga, Lecoeuche, Rebollo, Naranjo y Sabin Merino) o préstamo (Sergi Enrich y Bakis) y una notable renuncia a muchas primeras opciones en operaciones que se han escapado a sus posibilidades, caso de Lekovic tras una maratoniana jornada de negociaciones con el Estrella Roja. La falta de acuerdo con Jair también ha emborronado la recta final y crea un contexto de difícil gestión porque el jugador no cuenta para el técnico. «Redonda, redonda, no es la plantilla», ha reconocido en rueda de prensa el propio técnico, quien, sin embargo, sí ve reflejado es ese grupo su filosofía.
De los 13 elegidos cuatro de ellos han llegado cedidos para un año y sin opción de compra (Alberto Martí, Adu Ares y Enrique Clemente), mientras que el resto lo ha hecho en propiedad (Femenías, Calero, Tasende, Vital, Keidi Bare, Kosa, Gori, Aketxe, Soberón y Bazdar). Las necesidades estratégicas del equipo no quedan cubiertas en su totalidad: con ese agujero en el eje defensivo, se echa en falta el centrocampista de contención que figuraba en la lista de refuerzos, de un perfil físico y jerárquico que complementara y engrosara la nómina en esa parcela. En esta configuración intensiva ha habido que replantear algunas situaciones, casos de Poussin, Bermejo y Luna, con cartel de transferibles en principio y que han terminado quedándose por un reajuste de gastos y de interés deportivo. También está pendientes de resolver la especial tesitura de Carlos Nieto.
Los 13 que llegan a la primera plantilla vienen con el sello de titulares, que era lo que pretendía el club, adquirir piezas de máxima utilidad y no de relleno. En ese sentido se ha cumplido el objetivo con más hombres que nombres. Las dos victorias en Cádiz y Cartagena, ambas distintas pero bajo el denominador común del atrevimiento) han situado al Real Zaragoza líder antes del cierre de esta ventana veraniega. No se esperaba esta explosivo estreno de campeonato, pero ha sido muy bien recibido mientras se formaba el vestuario definitivo con representantes de la vieja guardia: Cristian, Poussin, Luna, Lluís López, Aguado, Francho, Bermejo, Toni Moya, Liso y Azón.
Este jornada viajarán todos los nuevos a Miranda salvo el lesionado Ager Aketxe. Víctor Fernández los ve en forma y quiere que actúen lo antes posible bajo fuego real, incluso desde el principio del partido. El Real Zaragoza con el que sueña el entrenador, pese a su espectacular puesta en la escena de los resultados, es muy probable que tarde aún alguna jornada más en reconocerse al cien por cien. Los ajustes y la aclimatación van a exigir un tiempo en el taller y en el campo de batalla, que será el que dicte sentencia definitiva sobre el grado de acierto de esta considerable reestructuración que cojea no obstante en varios puestos.
A bote pronto, el cambio es sustancial en su ideología, con un entrenador que piensa en grande y que se enfrenta al último gran resto de su dilatada carrera profesional: cerrar el círculo de su biografía deportiva en La Romareda con un regreso a la élite que le encumbraría como ídolo central de la historia de la entidad. Ganó una Copa y una Recopa que le dieron prestigio y adoración entre los aficionados. Esta vez busca el Olimpo con el éxito en la empresa más complicada que se le plantea y que dejó escapar el año de la pandemia, una cuenta pendiente que le martiriza y desea pagar en el único lugar donde realmente alcanzó notoriedad con títulos.
Juan Carlos Cordero le ha echado una mano y ha escuchado sus deseos, muchos imposibles, entre ellos la desvinculación de Jair y la contratación de Lekovic. Entre ambos han forjado un grupo de mestizaje deportivo que cruza una columna vertebral joven, desenfadada y sobrada de energía con unos cuantos veteranos de guerra que no llegan a la treintena salvo Cristian (38) y Aketxe (30). Uno de los principales trabajos será reducir esa distancia y reunir a los jugadores entorno a un concepto óptimo para competir con personalidad y mucho carácter en un campeonato de extrema dureza. El rendimiento de la portería deja interrogantes mientras Cristian no esté al frente, y en la defensa faltan los centímetros que exigía Víctor para imponer la autoridad aérea en una línea donde hay que acomodar a centrales por descubrir en una misión conjunta como Kosa, Lluís López, Vital, ya que Clemente apunta en principio a la lateralidad, con Calero y Tasende aún en periodo de aclimatación en los costados.
La medular en su epicentro tendrá que sobrevivir sin un pivote clásico, la gran asignatura suspendida es este mercado. Keidi Bare, Aguado, Francho y Toni Moya se repartirán esa función con mayor presencia de partida de los dos primeros. El fichaje del ambidiestro Adu Ares, procedente del Athletic, le da a los extremos profundidad y desborde, hasta ahora valores exclusivos de Adrián Liso, añorando bastante otro jugador de ese corte que el final se ha quedado en el tintero de las pretensiones. Y arriba convivirán Soberón, Marí, Bazdar y Azón, cantidad suficiente de delanteros con la obligación de poner fin a la sequía goleadora con la suma colectiva o de forma individual.
Frescura, ambición, valentía y hambre. Los chicos, casi los benjamines de Segunda, van a necesitar un director de orquesta con madurez en la gestión sobre el campo y en el día a día. Víctor Fernández ha conseguido lo que quería y lo que ha podido, con un porcentaje alto lo segundo. La suma, dice, le hace feliz y le invita a ser un soñador de altos vuelos. La realidad se irá descubriendo jornada a jornada y marcará los niveles de ilusión en el asalto al poder de estos cadetes con apetito ganador y varios vacíos en su estructura. Un portero, un central, un mediocentro y otro extremo… ¿Un lateral izquierdo natural? No son poca cosa con la Primera División en el punto de mira. Con todo, en Anduva comienza una nueva era.
La suerte está echada. Recemos…
Pd: ninguna «sinergia» con el Atlético. Curioso.
Es muy larga la temporada y vendrá el General invierno. Esperar y ver como se desenvuelve la plantilla hasta diciembre y en función de eso se harán los reajustes necesarios en la plantilla hasta el final de la liga. La plantilla está incompleta, pero queda tiempo para mejorarla.
Pensar ya en diciembre es reconocer falta de soluciones exigibles en un candidato al ascenso. Yo creo que de momento debemos ilusionarnos con aspirar al play off. La competición y los Reyes Magos decidirán el futuro inminente.
La mejor noticia es lo pronto que se han adaptado todos a la filosofía de Víctor; mucha presión y ataques rápidos. Lucharemos por los puestos altos, pero me temo que por plantilla no nos dará para hacerlo de forma directa. Espero que si llegamos a invierno en puestos nobles sean capaces de traer lo que les solicite Víctor.
Que Dios nos coja confesados a todos y, sobre todo, a vf; que acierte en las alineaciones y en los planteamientos.
Sigo pensando en los 51 puntos y nada más. Después, ya se verá.
Las «sinerjias» de los casposos y otros del megagrupo empresarial han sido clave. Eso pasa por arrimarse a quien no es ni tiene.
Me gustaría ser optimista con el panorama que se ha presentado. No conozco a ningunos de los jugadores que han llegado. De momento, me siento escéptico. Hasta que no empiece la segunda vuelta, sea la que sea la clasificación del equipo, no voy a mojarme. Sigo ain creer.
Otro titular en negativo… Ninguno de los 22 entrenadores de Segunda está encantadísimo con su plantilla y pensando que va a ganar 6 a 0 todos los días… Todos los técnicos harían mejoras en sus plantillas