No era fácil esta rueda de prensa para el protagonista elegido, la primera de la temporada y con el club en proceso de venta. El club eligió a Alberto Zapater, el capitán, para enfrentarse a los leones, a un cara a cara con los medios de comunicación con mucho que preguntar, a una afición que reclama palabras con sustancia, explicaciones. Como era de esperar, el futbolista no ha podido aclarar nada del tema central, la compraventa del club: «No puedo opinar porque no tengo información. Todo el mundo, como es lógico, me pregunta por ello, pero honestamente no sé nada».
A sus 35 años afronta otro reto en el club de su vida, una nueva temporada que empieza casi en blanco en la configuración de la plantilla. En ese terreno, en el de las emociones y el fútbol lejos de los despachos y cerca del campo, el de Ejea se desenvolvió mejor. Interrogado por si puede ser su último año, Zapater explicó que no lo plantea de esa forma «aunque es ley de vida que en algún momento lo tenga que dejar. Ahora mismo solo pienso en atarme las botas y salir a entrenar. No sé cuándo será el momento, pero creo que de principio he de empezar con la ilusión de siempre, dispuesto a aportar. A lo mejor si te lo planeas de principio lo intentas disfrutar más, pero no es el caso».
El público va a volver a La Romareda sin que se conozca cuál será el aforo que permita la DGA. Esta novedad implicaría un nuevo y atractivo escenario para el profesional. «Según está el tema, lo veo difícil. La situación sanitaria es la que es y habrá que esperar. Si se produce, por su puesto que sería bonito y motivador tener a nuestra gente por fin a nuestro lado», explica el jugador.
La plantilla está por construir al completo y los objetivos, en esa tesitura, ni siquiera pueden plantearse. «Sí, pero en el Real Zaragoza la ilusión y la ambición son obligados», subraya Zapater. «Nos debemos a un club como el Real Zaragoza y eso implica siempre responsabilidad. Asumimos esta temporada con humildad, sabiendo que puede haber cambios, pero con la mente puesta en arrancar lo mejor posible. Ya tenemos fecha y partido para iniciar el campeonato y esa es nuestra primera meta». El aragonés entiende que el Real Zaragoza «debe ir partido a partido porque conocemos la situación, aunque somos un club que no podemos obviar que el ascenso que está siempre en nuestra mente. Luego será el fútbol el que nos diga dónde estamos».
Cinco canteranos en estos primeros días aún de incertidumbre hasta que no se concrete el plan administrativo y el deportivo. Al capitán le trae recuerdos de sus inicios ver a tanta gente joven luchando por hacerse un hueco lo más arriba posible. «Son momentos únicos, a veces tengo flashes de mis primeros días en el equipo. Veo a los chavales y les digo que aprovechen esa oportunidad porque muchos antes ni siquiera tuvieron la ocasión de pisar el césped de los campos de entrenamiento. Por ejemplo miro a Pablo y me digo, pero si podría ser su padre… Como canterano es un orgullo ver a esos chicos aquí. Ojalá salga alguno».
