¿Saldrá Las Palmas relajado contra el Real Zaragoza porque ya no tiene objetivos? Esa es la pregunta que ha sustituido a la del Espanyol, con idéntico fondo y un matiz en cuanto a que los catalanes no se iban a exigir el máximo ya que un punto les era suficiente para ascender. Alberto Zapater reconoce que mira el calendario, ve partidos y lleva su particular calculadora, aunque en la pantalla más que números le sale una convicción con argumentos: «Ahora mismo, de los ocho de abajo, somos unos privilegiados porque dependemos de nosotros mismos, pero ese margen puede ser engañoso. Vamos a ir a ganar a Las Palmas y en cuanto a que ellos puedan o no emplearse al máximo, yo no me fío de nadie», asegura de forma tajante el capitán. El futbolista explica que es cierto que «debería notarse» una cierta desaceleración en los canarios. «Pueden salir muy tranquilos y nosotros con la responsabilidad de lo que hay en juego, pero no puedes saber quién sale beneficiado de esa situación. Incluso esa presión puede jugar en tu contra mientras el rival se siente completamente liberado».
El Real Zaragoza va dejando huellas de agotamiento en los últimos partidos. Viene muy desde atrás, y esa reacción le ha supuesto invertir una enorme cantidad de combustible mental y físico. «A estas alturas de temporada cualquier partido que veas de Primera y Segunda, se nota que el año es muy largo. En nuestro caso, el desgaste por la cantidad de encuentros y que la mayoría de ellos se hayan disputado como finales nos ha supuesto un desgaste mental. Sientes cada jornada que te lo estás jugando todo y que te queda camino para lograr la salvación», comenta con sinceridad el centrocampista de Ejea.
Para Zapater, el hecho de que se juegue fura de casa, donde el conjunto aragonés solo ha ganado dos partidos en el campo, no supone una preocupación. «Las estadísticas están para romperlas. No soy consciente de que seamos de los peores equipos de la categoría fuera de casa, pero si los números dicen eso será por algo. En cualquier caso, jugar fuera o en casa no tiene la importancia que hace un año con público. Además el Real Zaragoza es un equipo muy dificil de ganar», dice el capitán, el único fijo en el centro del campo desde que JIM le reclamara en Oviedo. «Ahora me toca jugar, que ques lo que quiere rodo futbolistas. Yo aporto la misma ilusión de siempre para seguir ayudando».
