El futbolista, querido y admirado con razón pero sin liderazgo futbolístico suficiente, y el técnico, que ha logrado la salvación con sacacorchos, carecen de galones necesarios para encabezar un inmediato proyecto de ascenso
Los dos van a estar en el Real Zaragoza la temporada que viene. Francho porque ha renovado hasta el 2030 como, según el club, bandera sentimental y deportiva del equipo, y Gabi Fernández, porque ha cumplido con la salvación y la letra pequeña que implicaba su continuidad. También porque la propiedad va a repetir su hoja de ruta, que en absoluto recoge una mejora sustancial de la plantilla pese a que la reconstruirá por obligación pero siguiendo el modelo de los tres años anteriores. Es decir, manteniendo su apuesta por una tipología de futbolista de clase media que puede darle un rendimiento lo más óptimo posible, algún cedido de rebote y un diamante sin pulir y por un técnico experimental, en esta ocasión además de su cuerda. El domingo, el conjunto aragonés escapó de su zona cero con su victoria sobre el Deportivo, de la catástrofe a todos los niveles que hubiera supuesto un descenso. Sin director deportivo al mando, un área que tampoco parece que será cubierta con un profesional de largo recorrido, Francho anunció que se queda en su casa después de una ardua negociación. Luego el entrenador manifestó, una vez más, que su idea es mantenerse en el puesto, para sugerir como condición un giro absoluto en la forma de gestionar el club en todas sus dimensiones, un petición que está en vigor desde hace no menos de dos décadas y que nadie ha atendido, ni siquiera el propio fondo de inversión.
Francho Serrano es un canterano querido y respetado, justa admiración que se ha ganado por su implicación y su valía profesional en el contexto de la guerra de los cinco años por la supervivencia, un periodo en el que se ha dejado la vida sin desarrollar una gran evolución. En el marco de un objetivo más ambicioso, sería una pieza interesante para completar el puzzle por sus capacidades físicas y tácticas, pero en ningún caso como cabecilla. De Gabi, procedente de la 2ª RFEF en su primera gran aventura, no se ha percibido casi nada que le distinga como un firme dominador en el manejo de los partidos. Su mayor aportación ha sido su carácter conciliador y una considerable seguridad en sí mismo frente a los focos. Ha logrado 15 puntos de 30, una cantidad notable, si bien la mayoría con sacacorchos, sin fútbol, riesgo máximo frente a descendidos y goles rocambolescos. A pocas horas de confirmar la 13ª temporada consecutiva en Segunda y de despedir a La Romareda primero con un violín y globos y después con un ataque de amor zombi que la dejó como la localización perfecta para rodar una escena apocalíptica, los mensajes de futuro se asemejan mucho a los nada alentadores del pasado y del presente.
Que Gabi dijera que Jair podría entrar en la lista de renovaciones es otra señal preocupante. El central, que acaba contrato el 30 de junio, ha tenido un comportamiento ejemplar aunque fue tratado como un trapo por Víctor Fernández hasta que lo recuperó en parte Ramírez y le dio su total confianza el entrenador madrileño. Pese a todo, el defensa, a punto de cumplir 36 años, ha cumplido su ciclo en el Real Zaragoza, al menos en un conjunto que pretenda un inmediato regreso a la élite. En ese cuadro que está cerca de dibujarse, deseos y exigencias al margen, salen con contratos en vigor, además de Francho, Poussin, Femenías, Kosa, Vital, Calero, Luna, Bare, Guti, Liso (con destino al Getafe), Toni Moya, Aketxe, Bazdar, Soberón, Dani Gómez y Pau Sans. Un total de 22. Se supone que los cedidos Ares, Marí y Clemente regresarán a sus clubes de origen, que se buscará la compra de parte de los derechos de Arriaga y que no se atenderá la continuidad de Nieto. Además regresan Bakis, Borge, Vaquero, Sebastián, Carbonell y Gori. El grueso de los que siguen no anima a creer en el asalto a Primera en el estadio modular aun con los refuerzos que se añadan. Si la propiedad, cada vez más más colchonera, persevera en su política conservadora, entonces Francho podrá ser perfectamente la bandera del Real Zaragoza y Gabi, un técnico en busca de fortuna y aprendizaje.
Foto: Real Zaragoza
Felicidades,querido Francho por tu renovación,tan deseada por todo el Zaragocismo,desde León te envío mi cariño y mi afecto por haberte dejado la vida siempre por nuestro,por tu Real Zaragoza…..grande Francho!!!!!
Personalmente, creo que se están siguiendo los mismos pasos erróneos de temporadas anteriores.
Coincidimos en que hay que acertar con el entrenador, pero la plantilla la ha de diseñar el director deportivo.
Y no todo es para tirar, lo que es necesario saber ubicarlos y que esperar de ellos.
Estaría bien una encuesta sobre entrenadores para el próximo año.
Desde luego, Gabi no me parece el más indicado.
Aunque no me gustan mucho, Machín o Sergio González