¿Podrían estar Nwakali y Escriche en el Real Zaragoza? Sí

El Real Zaragoza adquirió en el mercado de invierno y en calidad de cedidos dos futbolistas de la cuerda de Miguel Torrecilla, su director deportivo, Álex Alegría (a quien fichó para el Betis y el Sporting) y Mathieu Peybernes (que llegó al club asturiano cedido del Lorient). El delantero, un futbolista errático si es no dentro del área y con un promedio realizador en su carrera profesional muy por debajo de las prestaciones como para considerarle una referencia ofensiva de nivel medio, aún no ha marcado desde que debutó frente al Albacete hace cinco jornadas. El central francés, que venía para ejercer de titular del eje defensivo junto a Jair y que se sienta en el banco por la el elevado rendimiento que está ofreciendo Francés, ha disputado tres minutos, uno contra la Ponferradina y dos ante el Málaga. Para reforzar el centro del campo se barajaron varios nombres como el de Luismi, y al final, ante la posibilidad de alcanzar las prioridades se optó por Juan Manuel Sanabria, a préstamo del Atlético, quien ha participado cinco minutos frente al Sabadell. No se puede decir, por ahora y seguramente en el futuro, que se luciera Torrecilla en su primer gran examen en el cargo que heredó del despedido Lalo Arantegui.

El Real Zaragoza, política que comenzó con Arantegui, ha ido, en teoría, cerrando puertas de las intermediaciones para crear un patrimonio vendible y amortiguar así la deuda. Con cedidos, fichajes de riesgo y apuestas obligadas desde una cantera muy productiva en sus últimas generaciones, la entidad ha contemplado salvaguardar una economía limitada también por la negativa a abrir las puertas a capital exterior, cuestión que ya se tiene en cuenta pero desde la condición que las decisiones se sigan tomando por miembros de la administración actual, algo insostenible e inadmisible en una operación de este calado financiero. La ruptura relativa con las agencias de representación, dejó fuera a una de las más influyentes de este sector, Bahía Internacional, por un desencuentro aún vigente con su alma mater, José Antonio Martín ‘Petón’, tras el caso Arantegui.

Arantegui dio el salto a la primera plana de los directos deportivos en el Huesca, precisamente a la sombra de Petón, aunque siempre insistió en que la mayoría de sus operaciones no venían avaladas por la interveción del representante. Su trabajo fue muy bien considerado en el club oscense, pero el Real Zaragoza irrumpió para ficharlo junto a José María Barba, su secretario técnico de cabecera, a mitad de la temporada 2016-2017 (en febrero). Desde El Alcoraz, que cobró a su empleado la pertinente cláusula de rescisión, se consideró una afrenta y desde entonces quedaron rotas las relaciones entre ambos clubs. Arantegui y Barba fueron destituidos de sus cargos en el Real Zaragoza el pasado 3 de diciembre.

El portazo a Bahía internacional (o a Petón y al Huesca) y la entrega de poderes a Miguel Torrecilla, cuyo primer movimiento fue llegar a un acuerdo con su amigo Juan Ignacio Martínez después de que Paco Jémez y Gustavo Poyet rechazaran propuestas que consideraron insuficientes en cuanto a refuerzos para asegurar la permanencia del equipo en Segunda, no está resultando un buen negocio. Director deportivo y entrenador se plegaron a las estrecheces de miras de los propietarios y el resultado es una plantilla insuficiente para afrontar la salvación con cierta holgura. Príncipes de París ha podido saber que si hubiera existido una correspondencia normal entre Real Zaragoza y Huesca, al menos tres futbolistas del cuadro azulgrana habrían sido cedidos al zaragocista en el caso de una solicitud formal desde las oficinas de Eduardo Ibarra.

En la lista de transferibles de invierno, el Huesca tenía los nombre de Escriche, Luisinho y Musto. El delantero, que tuvo un notable rendimiento como cedido en el Elche junto a Pacheta, no contaba para Míchel, pero el nuevo entrenador lo ha rescatado para la causa en su nueva aventura en El Alcoraz. Escriche no es un atacante con el currículum cargado de goles, pero sí se ajusta mucho más a lo que el Real Zaragoza necesitaba para su escuálida delantera. Un punta directo que barre todo el frente ofensivo y que se estrenó en la faceta realizadora en Primera esta semana contra el Granada. Nwakali no figuraba en esa nómina, pero ha terminado a préstamo en el Alcorcón para que coja ritmo competitivo y minutos. En su reciente partido en La Romareda dejó huella muy profunda de aquel centrocampista Balón de Oro del Mundial sub-17 de Chile en el 2015, un talento en un rival directo por la permanencia. El cisma con el Huesca, en todos los sentidos, no resulta nada saludable, y mucho menos en el deportivo teniendo en cuenta que desde la élite podría haber surtido al Real Zaragoza de casi todo lo que necesitaba y que sigue sin tener.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *