José Ángel Zalba y Ángel Aznar, expresidentes del Real Zaragoza, analizan al actual situación económica y deportiva de la entidad, sumergida en un profundo abismo y sin soluciones a la vista. El fracaso por insolvencia de hipotéticos compradores, el rechazo de grupos cuyo interés se ha desvanecido tras comprobar sus nulas posibilidades como negocio y las ambiguas operaciones que se han presentando por parte del club, manifiestan que la actual propiedad se encuentra en un callejón sin salida. Los accionistas, estrangulados por los avales presentados, quieren desprenderse de sus títulos, pero las deudas y la escasez de patrimonio frenan una macroinversión en un producto nada atractivo en el mercado.
«La única salida para el Real Zaragoza y el resto de los equipos es refundarse en clubes». Ambos, Zalba y Aznar, coinciden. El primero ya advertía en 2014 del fracaso de la SAD, todavía con Agapito Iglesias como dueño y recordando que Alfonso Solans había dejado antes 70 millones de agujero por impagos a Hacienda. Desde el pasado mes de diciembre, ya no es obligatorio convertirse a Sociedad Anónima Deportiva. Miguel Iceta, ministro de Cultura y Deporte, anunció la actualización de la ley que databa del 15 de octubre de 1990. El presidente de la Federación de Accionistas y Socios del Fútbol Español dice que la única manera de que se salve el fútbol es que regrese a sus raíces. «Llevamos luchando 15 años contra aquella barbaridad y se ha conseguido». Las fórmulas para que los clubes vuelvan a manos de los socios no son sin embargo sencillas. Deshacer el tejido empresarial que busca el beneficio y carga en la mayoría de los casos con deudas colosales es el gran problema. «Implicaría un consenso político en el caso del Real Zaragoza para obtener ingresos de fuentes municipales que facilitarían ese camino. Lo que está claro es que la llegada de un inversor ajeno a la realidad de este equipo y de la ciudad para explotarlo en beneficio propio, sería más de lo mismo», explica Aznar.
Zalba se lamenta de que una gran parte de los aficionados «no saben que el Real Zaragoza era de todos. Con las empresas desaparecieron las directivas y las juntas de socios que podían acabar con un presidente si no cuadraban las cuentas. Una refundación en club implicaría estudiar el tema de los acreedores y pactar con los socios para ver qué cantidad podría aportar cada uno. Desde luego, ahora mismo no es fácil, pero desde luego seguir en esta dinámica supone un círculo vicioso. Esto no funciona así y hemos tenido tiempo para comprobarlo». El modelo de la Bundesliga (50+1) que reactivó el saneó y potenció fútbol alemán al entregar a los socios el control de los equipos «podría ser un ejemplo. Aunque para mí el ideal son el Real Madrid, el Athletic y el Barça, clubes desde siempre». En el Puerto de Santa María se ha constituido una especie de cooperativa del mundo digital construida a partir de la tecnología blockchain, idéntica con la que han creado criptomonedas como el Bitcoin o NFTs con vídeos de la NBA por los que se pagan miles de euros. Se trata de crear una especie de vehículo de inversión para adquirir el Cádiz, algo que por el momento se aloja en un marco muy romántico.
Ángel Aznar, campeón de Copa en 1986, y José Ángel Zalba, diez temporadas al frente del Real Zaragoza y toda una vida dedicada al club, muestran su preocupación y en algún caso desasosiego por este escenario de pérdida de pujanza económica y deportiva, de nueve años consecutivos en Segunda y una pérdida de valores e identidad cada vez más pronunciada. «Nos duele y mucho porque le dedicamos al Real Zaragoza los mejores años de nuestras vidas». Esta frase la calcan estos dos ilustres representantes de la institución cuando estaba en manos del pueblo y donde entienden que debe volver.
Fotografía; Ángel de Castro (El Periódico de Aragón)
