La energía quiere ser luz

Francho aspira a completar su omnipresencia física con las cualidades que definen al centrocampista integral

Francho lo ha dejado claro antes de partir mañana por la tarde hacia Boltaña para afrontar las segunda etapa de la pretemporada: se acabó ser el chico de la cantera que ejerce de escudero, que cumple con ejemplar disciplina y abarca campo con su omnipresencia física. No lo dijo así, puesto que su humildad se lo prohíbe, pero después de dos años de veloz y duro aprendizaje, de ser el centrocampista zonal que más minutos ha disputado de la primera plantilla, necesita dar un salto hacia un rendimiento integral, de idéntico protagonismo laboral pero con más brillo en acciones puntuales. Por sí mismo y para agradecer que el club le haya ratificado su confianza con una renovación y mejora en nómina que se había ganado hace tiempo.

En dos años, con el equipo en un constante sinvivir y una convulsión en la medular donde ha participado de mediocentro, volante y primera pieza de presión sobre la salida del rival, su entusiasmo y carácter competitivo la han conducido a una titularidad tan sólo paralizada por las lesiones. Junto a él han circulado Eguaras, Zapater, Petrovic, Igbekeme, Eugeni, Vada y Grau, un amplio abanico en el que casi siempre ha rugido su motor, reclamado por la sub 19 de Santi Denia y por la sub 21 de Luis de la Fuente sin que el aragonés haya llegado a hacerse un hueco fijo como internacional. En el Real Zaragoza ha ido creciendo, dejando huella de jugador importante para mantener equilibrios tácticos, pero más allá de esa función de engrase su figura no se recuerda por brillantes apuntes individuales.

Su energía le da para mucho, sobre todo para tapar las carencias de pulmón de la mayoría de sus compañeros de baile. Con una notable lectura del juego y de la presión, en el contragolpe y en el repliegue es donde mejor se ha expresado. No se acerca todavía al perfil del minotauro (box to box), aunque sus galopadas le aproximan mucho. De área a área hay poco que reprocharle. Sobre esos límites, Francho encuentra más problemas para destacar como un elemento diferencial. Esta temporada ha dicho que ya quiere ser referente, para lo que deberá mejorar en muchos aspectos, por encima de todo en ataque: último pase, regate, disparo de corta y media distancia y a ser posible algo más de gol. Y es probable que tenga más competencia. Francho ha iluminado al conjunto aragonés con su sentido del sacrificio y su fútbol corrector, pero si quiere liderar al Real Zaragoza tendrá que ponerse las pilas y dar el estirón definitivo cuando la toma de decisiones sea crucial.