Alberto Zapater, cuyo amor al club está trufado de todo tipo de demostraciones en el juego, las declaraciones y en los festejos, cumple su décima temporada en el Real Zaragoza. Hay trece jugadores en esa lista por delante del ejeano, que es el cuarto aragonés que más minutos ha disputado después de Violeta, Belsué y Güerri. Esa fidelidad alcanza un mayor significado al tratarse del futbolista más fiel del siglo XXI vistiendo la elástica blanquilla, un época en nada coincidente con las anteriores en lo que se refiere a continuidad en un equipo. El ecosistema del fútbol actual ha acelerado los tiempos en todos los sentidos, afectando a la pertenencia a un mismo club con un mercado mucho más agitado por una necesidad de renovación en muchos casos convulsiva.
El propio Zapater, quien debuto en 2004 en al Supercopa de España, vivió personalmente ese traqueteo cuando en 2009 fue traspasado al Genoa por 4 millones de euros. Después de jugar en el Sporting de Lisboa y en el Lokomotiv Moscú, una lesión de pubis y espalda le tuvieron dos años en el dique seco, con la retirada en mente ante la dificultad de volver a competir profesionalmente. Sin embargo, tras una oneroso y tenaz proceso de recuperación, en 2016 retornó a la disciplina del conjunto aragonés hasta sumar, por el momento, una década de servicios al Real Zaragoza.
En este siglo solo se da otro caso similar, el de Leonardo Ponzio. El argentino estuvo ocho cursos en el Real Zaragoza. Fichado en el 2003 del Newell’s Old Boys, hizo un paréntesis de un año en River Plate para volver al Real Zaragoza e impulsar el ascenso de la 2008-2009 sin que el equipo que entrenaba Marcelino perdiera un solo partido con el centrocampista en la titularidad. Por encima de ellos, en realidad en primera posición al lado de Yarza, figura Luis Carlos Cuartero con 16 campañas consecutivas en la primera plantilla del equipo aragonés. El matiz con Zapater, Ponzio y otro futbolistas que aportaron mucho más en en el mismo tiempo, es su productividad, casi residual desde su destacado papel en la conquista de la Copa de 2004 ante el Madrid hasta que se retiró en 2009.
Es de obligado cumplimiento y de justicia recordar que César Láinez podría haber superado a Zapater y a Ponzio en estas dos últimas décadas, pero una serie de lesiones en las rodillas forzaron su retirada cuando llevaba siete cursos seguidos y contaba con tan solo con 27 años de edad.
